"Escogimos los horarios en los cuales había menos pasajeros y cumplimos con todos los protocolos de bioseguridad”. Con esas palabras la actriz porno Khatalina López se excusó por el video que grabó en un colectivo donde se la ve usando un vibrador a control remoto mientras viaja en el asiento de atrás de la unidad
La mujer recurrió a grabar un video y subirlo a su cuenta de Twitter donde explicó "la verdad detrás de la realización" de ese material que tanta polémica generó por haberse grabado en plena cuarentena estricta por el coronavirus en la ciudad de Cali, Colombia.
La mujer había hecho las imágenes sin pedir permiso en un transporte masivo MIO donde incluso iban otros pasajeros. Por el revuelo causado los productores del contenido para adultos decidieron bajarlo de la plataforma PornHub.
“Estoy aquí para contarles la verdad detrás de la realización del video que hice en el transporte público. Nosotros somos autónomos en el contenido que subimos a las plataformas y profesionales en lo que hacemos. Antes de grabarlo, se hizo una preproducción y un estudio de las rutas del masivo", comenzó explicando en el video.
"Escogimos los horarios en los cuales había menos pasajeros y cumplimos con todos los protocolos de bioseguridad. Nosotros prestamos un servicio de entretenimiento para adultos, queremos siempre hacerlo de la mejor manera y no herir susceptibilidades”, agregó.
Por el video se iniciaron trabajos de investigación y se cursó una multa en la justicia no solo por hacerlo sin autorización de la empresa de colectivos sino también por infringir la cuarentena y poner en riesgo el status sanitario.
El material fue subido a una plataforma pornográfica donde fue visto por miles de usuarios. Allí se ve como la mujer es abordada por un supuesto extraño en una estación del MIO, quien le pide indicaciones para llegar a la torre de Cali. Luego se desarrolla una conversación entre ambos y se puede ver que ella lleva un lovesense, un juguete sexual que funciona mediante una aplicación de celular vía bluetooth.
En ese momento, ella entrega a un tercero el control de la intensidad de las vibraciones y en el transporte público empiezan las escenas subidas de tono. El acuerdo al que llegan los protagonistas del video es que el hombre tendrá el control del juguete sexual mientas la mujer irá sentada en el bus del MIO, bajo la condición de que éste la grabe y le comparta el video después.
“El video porno realizado en bus del MIO será enviado a las autoridades para que identifiquen a sus actores. Son decisiones propias e individuales, las cuales reprochamos y no pueden ser atribuidas a nuestro sistema masivo”, afirmó el presidente de Metrocali, Oscar Ortíz.
