La historia es conmovedora y ejemplo del amor estrecho que se puede generar entre un ser humano y su mascota. Daniel Hove era soldado y murió de cáncer. A su lado dormía su viejo perro, que con 11 años, falleció apenas una hora después del deceso de su dueño.
El hombre perteneció a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y fue Jefe de Bomberos. Luchó contra el cáncer de páncreas y su leal amigo Gunner (un labrador de 11 años de edad) estuvo a su lado todo el tiempo, brindándole amor incondicional.
Al ver que el perro no quería dejar de estar a su lado, la familia de él decidió colocar una cama para que durmiera junto a Daniel. Las fotos que trascendieron muestran al labrador acurrucado en su cucha a pocos metros de su dueño.
"Fueron los mejores amigos hasta el final", dijo la hija de Daniel, Heather Nicoletti al portal Zoorprendente. "Iban juntos a todas partes", agregó la hija quien detalló que cuando el hombre entró en la fase terminal de su enfermedad, el perro enfermó gravemente a la par de su dueño.
"Cuando mi papá se agitaba, el perro se agitaba; cuando mi papá estaba inquieto, el perro estaba inquieto; mi papá no respondió, el perro no respondió…", relató Heather.
Un día vieron que el perrito ya casi no se movía, entonces supieron que su momento final se acercaba. Con sus corazones deshechos decidieron llevarlo al veterinario para que lo pusieran a dormir, era lo más justo para que partiera sin sufrir. Fueron momentos especialmente desgarradores para Heather, sabiendo que tenía a su padre casi en las mismas circunstancias.
Pero toda la familia se quedó impactada, y al mismo tiempo con cierto consuelo, cuando tras haber dormido a Gunner, tan solo 1 hora y media después, Daniel también dejó de respirar y murió.
"Siempre pensé: qué sería más traumático para Gunner, si ponerlo a dormir para terminar con su sufrimiento, o que tenga que sufrir la muerte de papá. De cualquier manera eso lo iba a matar. Sabíamos que se irían juntos, pero nunca que apenas por horas de diferencia", finalizó Heather.
