Desde este viernes 31 de enero a las 20 horas de la Argentina, el Reino Unido dejó de formar parte de la Unión Europea. El país se convirtió en el primero que abandona la UE, luego de un proceso que le demandó más de tres años.
El primer ministro británico, Boris Johnson, sostuvo en un mensaje televisado: "Lo más importante que hay que decir es que esto no es un final, sino un comienzo". Y agregó: "Queremos que sea el inicio de una nueva era de cooperación amistosa entre la Unión Europea y un energético Reino Unido", agregó.
El discurso del funcionario fue transmitido en la televisión a nivel nacional y en pantallas en el centro de Londres, donde cientos de personas se congregaron para celebrar el acontecimiento.
La salida del Reino Unido se hizo oficial a las 11:00 de la noche, medianoche de Bruselas, la sede de la UE. Miles de entusiastas partidarios del Brexit se reunieron afuera del Parlamento británico para aguardar el momento y hacer una cuesta regresiva.
Muchos británicos esperaban este momento desde el referéndum de junio de 2016, cuando decidieron, por un margen de apenas 52%-48%, salir del club al que habían pertenecido desde 1973.
Sin embargo, muchos otros británicos lamentan la pérdida de su identidad paneuropea, y algunos conmemoraron la salida con pesarosas vigilias. También hubo tristeza en Bruselas mientras las banderas británicas eran arriadas solemnemente de muchos edificios oficiales.
"Para mucha gente este es un extraordinario momento de esperanza, un momento que pensaban que nunca llegaría. Hay muchos, por supuesto, que tienen una sensación de ansiedad y pérdida", reconoció Johnson al tiempo que remarcó que el Brexit es el camino "democrático" a seguir y su Gobierno ha "obedecido" a la mayoría.
Un reloj proyectado en la fachada de Downing Street, residencia oficial del funcionario, escenificó la cuenta atrás hacia el 'divorcio', mientras que los edificios gubernamentales se tiñeron de azul, rojo y blanco, los colores de la bandera británica, omnipresente en el palacio de Westminster y las calles adyacentes.
En Escocia e Irlanda del Norte, regiones donde la permanencia en la UE se impuso en el plebiscito de 2016, se multiplicaron las muestras de decepción por la salida definitiva de la Unión. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, reiteró su demanda de una nueva consulta sobre la independencia del Reino Unido, mientras que en la frontera entre las dos Irlandas decenas de manifestantes protestaron contra el Brexit y advirtieron a Londres de que "la lucha continúa".
El Reino Unido preveía originalmente abandonar la UE el 29 de marzo de 2019, pero la falta de acuerdo en la Cámara de los Comunes para ratificar el pacto de salida retrasó el acontecimiento. Una de las consecuencias de esa demora es que el período de transición que se diseñó para evitar los daños económicos de un Brexit abrupto ya no durará dos años, como estaba previsto, sino tan solo once meses.
El acuerdo ratificado se limita a detallar las condiciones de salida, pero deja en el aire la futura relación bilateral, un escenario que genera incertidumbre tanto para las empresas como para los ciudadanos de ambos lados del canal de la Mancha.
Fuente: TN