"Todo dolor trae un regalo", aseguró Pilar Sordo en una de las últimas charlas que dio este mes en Santiago de Chile. La psicóloga, escritora y conferencista habló sobre la importancia del duelo no solo entendido en la etapa que muere alguien físicamente sino también cuando el otro ya no quiere continuar más el camino con uno.
"La gente lo único que busca es ganarle al dolor y por eso hacemos un montón de cosas para hacerle el quite, como llenarnos de medicamentos o alcohol. Como que el dolor no lo sientes si estás ocupado, entonces todo el mundo te dice que trabajes para que no pienses. Tenemos la ilusión de que le podemos ganar, pero eso es falso", expresó Pilar.
La psicóloga indicó que "esto es como el oráculo griego, mientras más me arranco, más me encuentro con él y crece. Cuando lo tomo, lo acepto y decido tratar de caminar con él, primero, pasa más rápido, segundo disminuye, tercero, se da una suerte de control sobre lo que vives, y cuarto, comienzas a rescatar el aprendizaje de lo vivido". Éstas son precisamente las cuatro etapas que la persona tiene que respetar y hacer en la etapa del duelo, porque "el dolor llega siempre para algo aunque no se tenga la capacidad de verlo".
"Los orientales dicen que la mayor fuente de sufrimiento humano es el apego. Cuando siento que se fue mi hijo, mi marido, la vida pierde sentido porque se nos fue algo mio. No nos pertenece nada ni nadie. No somos dueño de nada ni de nadie. La gente camina por la ruta de la autopista de la vida y aparece alguien a quien saludo, conocemos, nos queremos que puede ser hijo, marido, papá. Caminamos y en algún momento nos despedimos. Eso es la vida. Mientras más libremente vivo de esos apegos, más fácil los dejo partir, más disfruto cuando llegan, más disfruto el camino que me tocó estar con ellos que puede ser dos días, quince años o cincuenta, da lo mismo", destacó.
Pilar Sordo explicó que cuando el ser humano siente que está "sufriendo por algo" que la vida le quitó porque "era mio", ahí se produce el duelo. "A nosotros no nos pertenece nada, nada es nuestro. Lo que podemos tener es material espiritual transitoriamente. En la medida que uno entiende eso, lo disfruta plenamente y lo libera cuando se va. Si no me querés, anda y quiere a otra. Se feliz, toma el camino que tengas que tomar, no te quedes acá haciéndome sentir que te pertenezco porque no sirve", subrayó.
La psicóloga recordó el difícil momento que le tocó vivir cuando su novio Oscar Letelier murió víctima del cáncer. Ella trajo a la memoria el día que le dijo "te tienes que ir" y él le contestó: "tu quieres que me muera". "Y con el dolor de mi alma le dije que sí porque tú aquí ya cumpliste tu misión, no te quiero retener para mi, no me perteneces. Estás más del otro lado que acá. Andá tranquilo que voy a estar bien. Esa estructura de soltar, que es una de las cosas más difíciles de la vida, objetivamente tiene que ver con sentir que no nos pertenece nada ni nadie", puntualizó.
Pilar está por lanzar su último libro "Bienvenido dolor", sobre el que destacó que desde la editorial le plantearon si no le parecía "raro el nombre". "Les dije que no porque yo trato una de las cosas más lindas del ser humano, que es 'gozar el dolor'. Ésa es la paradoja, disfruten el duelo, aprovéchenlo. Nada los hará conectar con las cosas importantes de la vida", subrayó.
"La única posibilidad de zafar es entender dónde está la importancia, no hay nada que conecte más que la muerte, el dolor, la enfermedad. Siempre vamos a entender que vamos a ser felices teniendo cosas, sobre-endeudándonos, para probar por ejemplo que 'mi hijo tiene que tener un iphone para demostrar que es mejor que todos'. Ser feliz es una decisión. Si esperan que se les pase la pena para ser felices, están cagados", destacó.
Por otro lado, aclaró que "la gente que anda feliz, no es gente que no tenga problemas" sino que todos tienen "dramas, nos faltan cosas, todos lloramos y sufrimos por las mismas cosas, pero quienes son felices son los que caminan con los dolores a cuesta y no esperan a que se les pase sino que caminan con esa mochila".
"Hay que tener el corazón abierto para sentir esa otra dimensión de la que conocemos tan poco y que a la larga nos sentimos tan omnipotentes porque somos tan frágiles. Permítansen vivir el duelo, transiten por este camino sin miedo, respiren profundo, amen en ese suspiro y sientan que todo está bien. Trabajen el tema del 'mi', que es el gran obstáculo. Se me fue "mi hijo", "mi marido". Se fue antes y llegó antes que yo donde tenga que estar. Esa es toda la diferencia. La pena es lo que uno tiene que descubrir en nombre del que se fue. Vivan el duelo, vivan las cuatro etapas, no se asusten si no las pasan, vivan las etapas cronológicas porque todo dolor trae un regalo", finalizó.