El presidente colombiano por aquel año e impulsor del proceso, Juan Manuel Santos, confió en una dimisión de la guerrilla no obstante voces disonantes que no avalaron –en su momento- este proceso de paz y no sólo por los actores involucrados [una guerrilla que operó en función al narcotráfico y secuestros] sino por la logística tras el acuerdo a propósito del desarme y la inserción de los exguerrilleros y guerrilleras.
“Tras cuatro años de negociaciones [de paz], las FARC acordaron en 2016 dejar las armas y acabar un cruento conflicto de cinco décadas a cambio de beneficios económicos para excombatientes, bancas en el Congreso y garantías para reintegrarse a la sociedad”, se leía en un despacho de la agencia Reuters.
A fines de agosto sin embargo, una facción de la FARC liderada por un ex cabecilla de este movimiento terrorista –Iván Márquez- decidieron de manera unilateral no reconocer la paz y retornar a la llamada [por ellos] “lucha armada”, eufemismo que sirve para soslayar las operación que ejerce esta banda criminal con el narco en las zonas de selva baja del interior.
Responsables
Para analistas de iForex una porción de la responsabilidad del retorno de este grupo disidente recae en el Gobierno presidido por Iván Duque, quien gobierna “a la sombra del expresidente de ultraderecha Álvaro Uribe” según economistas, bancos, fondos y firmas gestoras de activos financieros.
“Uribe es un conocido enemigo del proceso de paz diseñado, y que ahora -de acuerdo con medios- rentabiliza este fracaso parcial”, señalan analistas de iForex.
De acuerdo a una operadora del forex online desde Bogotá que pidió reserva, “Duque no supo gerenciar la paz; quiso hacer cambios en el camino”.
No obstante, el problema es logístico y tiene que ver con las promesas truncas que les hicieron a los exguerrilleros y guerrilleras.
“Está el tema del dinero. Se les prometió fondos para reinsertarse a la sociedad que o no llegan o llegan tarde y ellos [los exguerrilleros y guerrilleras] –muchos desempleados [o desempleadas] o con hijos- desean se les incremente la suma”, dijo la operadora.
La economía
Colombia de momento ata de un frente problemático desde lo económico, cuya matriz de riesgo aumentó –según detallan economistas de iFOREX- con la ruptura parcial de la paz.
Con cifras de la autoridad estadística el desempleo al cierre de julio fue de 10,7%, que se compara con 9,7% de paro registrado el año pasado durante el mismo periodo. Un incremento de 1,0 puntos porcentuales.
La economía cafetera también registró un desplome de la actividad exportadora en julio de 9,9% interanual a US$ 3.271 millones; siendo el segundo recorte fuerte: en junio los despachos cayeron en 8,7%.
La inflación anual se disparó a 3,79% en julio, una cota récord en dos años, y tras la caída de +13% del cruce del peso contra el dólar en lo corrido del año.
