Salud

Estaba feliz porque creía que iba a ser mamá pero tenía cáncer

Pensó en nombres para su bebé y, como tomaba anticonceptivos, se practicó cinco pruebas para estar segura de su embarazo. Le descubrieron un tumor maligno.
miércoles, 11 de septiembre de 2019 00:00
miércoles, 11 de septiembre de 2019 00:00

Grace Baker-Padden y Joe Cowling estaban felices porque iban a ser padres. Ella, de 23 años, había notado que su vientre crecía poco a poco y solo pensó en un momento feliz: arrullando a un pequeño en sus brazos.

De inmediato pensó en nombres, leyó foros dedicados a papás primerizos y, como se cuidaba con anticonceptivos, se sometió a unas cinco pruebas para estar segura de que un bebé estaba en camino. Todos dieron positivo.

“Estábamos muy felices y emocionados. Nuestros padres no podían esperar para ser abuelos por primera vez”, contó Grace, natural de Willington (Estados Unidos), al diario Mirror.

Sin embargo, a las doce semanas de ‘gestación’ (aproximadamente 3 meses), recibió una noticia devastadora cuando asistió a su control médico: se trataba de un tumor cancerígeno.

A sus 23 años, Grace Baker-Padden sintió que el mundo se desmoronaba como piezas de dominó. “Fue un shock. Solo quería la horrible masa estuviera fuera de mí de inmediato”, recordó.

Joe Cowling, cinco años mayor que ella, detalló que vio, en la pantalla de la ecografía, algo parecido a “un racimo de uvas y nos dijeron que podía ser un embarazo molar".

“Buscamos en Google y vimos que a veces significaba cáncer. Comenzamos a entrar en pánico", señaló.

Efectivamente, se trataba de esa complicación caracterizada por el crecimiento anormal de trofoblastos, las células que normalmente se convierten en la placenta.

Se produce cuando un óvulo no fertilizado se implanta en el útero. Esto causó que los niveles hormonales de Grace se dispararan y “simularan” un embarazo.

La afección afecta a uno de cada 600 embarazos, y el uno por ciento son cancerígenos, como ocurrió con Grace Baker-Padden.

Ella pasó seis meses sometiéndose a quimioterapia. En septiembre de 2018, fue admitida en una unidad en Sheffield (Reino Unido), dirigida por Teenage Cancer Trust, que ayuda a personas de 13 a 24 años.

“Me puso débil y agotada. Mi cabello se adelgazó, aunque afortunadamente nunca lo perdí”, comentó.

Dos días después de Navidad pasada, la estudiante de Derecho salió de alta y continuó con un tratamiento preventivo hasta enero.

“El alivio fue increíble. Solo queríamos volver a ser normales y planeamos unas vacaciones para celebrar", manifestó su esposo. “Todo ha sido muy difícil, pero estamos muy aliviados de que esté bien”.

La pareja todavía tiene la ilusión de tener un bebé, pero deben esperar un año para que se estabilicen los niveles hormonales de Grace. Los médicos les han advertido que existe un 15% de probabilidad que vuelva a suceder.

“Tenemos miedo de intentarlo nuevamente después de lo que sucedió. Esperaremos un rato", reconoció Grace.

Fuente: The Mirror

 

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