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Una perra "robó" la dentadura postiza de una abuela y las fotos son furor

La protagonista es Luna, una perra mestiza que anda por la casa con la dentadura de su dueña, una abuela llamada Anna Carolina.
viernes, 30 de agosto de 2019 08:30
viernes, 30 de agosto de 2019 08:30

Hay hechos que cautivan la mirada de todos. Y éste es uno de los casos. Un perro robó la dentadura postiza de su dueña y lejos de querer devolverla, el animal corrió y jugó en toda la casa con ésta. La divertida travesura quedó plasmada en una serie de fotos que ahora son furor en las redes sociales.

La protagonista es Luna, una perra mestiza que anda por la casa con la dentadura de su dueña, una abuela llamada Anna Carolina. Quien se percató de lo que ocurría es la nieta de la mujer, quien no dudó en tomarle unas fotos y compartiras en un grupo de facebook.

Todo ocurrió en Mina Gerais, Brasil. La joven de 28 años visitó junto a su mamá a su abuela para pasar una semana de vacaciones junto a ella. Fue allí cuando decidió llevar a su perra. A los pocos días, la dentadura desapareció y ambas mujeres se preocuparon, ya que no aparecía por ningún lado.

"Cuando la abuela se despertó estaba bastante desesperada por no poder encontrar su dentadura. Incluso llegó a pedirle a Dios que la ayudara a encontrarla, pero no aparecía", declaró Anna al medio brasileño Extra Globo.

Fue luego de una extensa búsqueda que encontraron los aparatos dentales con una amplia sonrisa en el animal, situación que enterneció a su dueña. "Mi abuela y mi madre buscaron por todos lados. Luna estaba jugando en la casa a oscuras. Mi madre dijo que pasaron horas mirando y nada. Cuando la llamé vino con la cara más limpia del mundo como si nada hubiera pasado, moviendo la cola saltando y bromeando como siempre, pero no la tenía", recordó Anna.

"Ella es muy astuta, recoge cosas y se escabulle con las orejas detrás de ella. Pobre mi abuela, estaba tan dormida que no se dio cuenta de lo que había hecho Luna. Cuando llegué a la habitación de mi madre, encontré a Luna sentada en el sillón con los dientes en la boca, mordiéndolos. ¡Y no la quería devolver! La distraje y pude quitársela. Afortunadamente no se rompió y no se echó a perder", agregó la joven.

 

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