Un caso conmueve al mundo en estos días y se suma a una larga lista de hechos similares que ocurrieron en diferentes países en los últimos años. Un padre se olvidó a sus bebés en un auto cuando fue a trabajar y cuando volvió los encontró muertos. El hecho ocurrió en Nueva York donde la temperatura llegó a los 80 grados Farenheit (26 grados centigrados).
El padre de los gemelos de poco más de un año, Juan Rodríguez, estuvo este sábado en sesión judicial donde le explicaron el infierno que vivieron los pequeños durante las ocho horas que permanecieron encerrados en el auto por descuido. En el juzgado le describieron cómo los cuerpos de Phoenix y Luna llegaron a tener una temperatura de 108 grados Farenheit (40,5 grados cetigrados), por el calor que se generó en el vehículo al quedarse cerrado y estacionado bajo la luz del sol.
Sin embargo cuando el tribunal le explicó lo que generó la hipertermia en el cuerpo de los bebés, el hombre no aguantó más y rompió en llanto. Es que le dijeron que los pequeñitos se deshidrataron y eso generó una descompensación completa que llevó incluso a que les saliera espuma por la boca. Las autoridades narraron el sufrimiento que habían tenido los pequeños antes de su muerte.
En la sesión, el hombre de 39 años de edad se declaró inocente del cargo de homicidio por negligencia criminal que se le imputa y la justicia le fijó una fianza de 100.000 dólares para poder ser dejado en libertad.
Cuando el padre salió de la audiencia rompió en llanto y abrazó a Marissa, su esposa. A la audiencia asistieron más de 50 personas pertenecientes a distintas familias de conocidos que apoyaron al hombre en este duro momento. Vecinos del hombre acusado, declararon que siempre había sido un padre amoroso y cuidadoso con sus hijos. Lo sucedido el viernes 26 de julio había sido un caso aislado.
"Siempre estaban jugando en el patio. El fin de semana pasado tuvieron un gran campamento con tiendas de campaña en el patio trasero. Siempre jugaba a la pelota o baloncesto con su hijo mayor", dijo un conocido de Rodríguez a The New York Post.
El caso
Juan Rodríguez es un ex combatiente de Iraq y tiene otros tres hijos quienes nunca han pasado por un descuido parecido. Trabajaba en un hospital de Nueva York, Estados Unidos, y el viernes llegó al lugar como todos los días, a las ocho de la mañana. Se suponía que dejaría a sus hijos en la guardería, pero lo olvidó y los dejó en el asiento trasero del vehículo.
Como siempre, cumplió con sus obligaciones laborales y tras ocho horas, a las cuatro de la tarde, salió del trabajo rumbo al auto. Lo curioso es que al llegar al lugar que tenía estacionado el auto, no advirtió que tenía los bebés en el asiento de atrás, y se subió para manejar rumbo a casa. En medio del camino, y después de diez minutos manejando en la ciudad, miró por el espejo retrovisor y vio que estaban los mellizos sin vida.
Según trascendió por testigos. El auto frenó de golpe, en medio de la calle, y al bajar del vehículo y abrir la puerta trasera para mirar a los pequeños pegó un grito desgarrador de dolor. Los transeúntes se acercaron a ver qué le pasaba y descubrieron la fatalidad. Llamaron a las autoridades quienes entre la confusión del padre, realizaron los procedimientos legales necesarios y lo detuvieron.
