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¿Para temer?: mitos y verdades acerca del eclipse total de Sol

Pese a que desde la ciencia todo está claro, son muchas las creencias populares que todavía están en el inconsciente colectivo y que se asocian a la alineación perfecta de la Tierra, la Luna y el Sol.
lunes, 17 de junio de 2019 19:52
lunes, 17 de junio de 2019 19:52

Es un tema difícil de analizar. Ciencia, mitología, y entre medio las certezas, se entremezclan con interrogantes que vienen  desde el cielo. El próximo 2 de julio, la Tierra quedará en penumbras por poco más de dos minutos cuando se viva uno de los fenómenos naturales más impresionantes del mundo: el eclipse total de sol.

Pero, pese al tiempo y a que ya tenemos una explicación científica de cómo, por qué y cuándo se producen los eclipses, la gente sigue teniendo dudas sobre algunos aspectos, y posibles “consecuencias” de éstos. 

Cansancio repentino, o fatiga misteriosa

De por sí, los eclipses solares son fenómenos astronómicos que reducen de forma abrupta la radiación solar incidente en la atmósfera de la Tierra, con un impacto significativo sobre las variables meteorológicas. Pero, ¿podría esto llegar a afectar el funcionamiento del organismo humano de manera temporal? De acuerdo a ciertas tesis en las que coinciden diferentes astrólogos,  en el tiempo que dura el eclipse y el oscurecimiento total en el cielo, pese al breve lapso que pueda significar, se produce una ausencia de luz a la que nuestro organismo se encuentra acostumbrado, por lo que habría cierta desvitalización a nivel de ánimo, lo que conllevaría sentirnos más cansados, estresados y abatidos. 

Para el presidente del colegio médico regional, docente de la Universidad Católica del Norte, el doctor Rubén Quezada, esto puede llegar a tener asidero. “Efectivamente cuando se produce una falta de luz, y existe la sensación de que es de noche, la persona puede llegar a sentir ganas de dormir, en una rutina que es propia de la noche.

Sin embargo, esto dura tan poco y es tan transitorio que no genera un impacto real en el organismo. La sensación puede sentirse, pero a medida que avanza, la luz vuelve, por lo que este efecto se corta y el cuerpo vuelve a la normalidad”, asegura el médico, dejando claro que un eventual cansancio no pasaría de un par de bostezos. 

Las dudas de las embarazadas

Es uno de los mitos más difundidos y populares. Desde una mirada astrológica, se puede decir que la influencia de los astros sobre la fertilidad ha sido un factor preponderante, por lo mismo, fenómenos tan grandes como un eclipse solar en el que se alinea la Tierra, la Luna, y Sol, también afectaría a las mujeres embarazadas, o más bien a los bebés que llevan en sus vientres.

Según la creencia, una mujer encinta no debería contemplar un eclipse puesto que corre el riesgo de que el pequeño nazca con malformaciones congénitas, lunares o manchas en la piel. Por lo mismo, hasta no hace mucho tiempo en la era moderna, a las féminas ni siquiera se les permitía salir de casa. El mito persiste hasta el día de hoy, pero es el mismo doctor Quezada quien lo descarta de plano.

“Esto es un mito, completamente. Las malformaciones se producen al momento de la gestación, cuando se está formando el ser humano y tiene lugar el intercambio genético que va a condicionar o no el desarrollo posterior del feto”, asevera el profesional de la salud, recalcando que un evento como el eclipse no tiene ninguna incidencia en el embarazo. “En el tema de que un bebé vaya a salir con una mancha, tampoco es atribuible a un tema como el eclipse”, agregó Quezada.

¿Animales descontrolados?

El comportamiento de los animales durante un eclipse solar ha despertado la curiosidad de la comunidad científica durante siglos. Fue en 1986 cuando se llevó a cabo un experimento que cambió la perspectiva en relación a este tema y determinó que efectivamente estos fenómenos podían despertar alteraciones en el reino animal. Según consignó el estudio publicado en el American Journal of Primatology, un grupo de primatólogos en Georgia, Estados Unidos, observó a chimpancés durante un eclipse solar. Los primates que se encontraban en una reserva en el Centro Nacional de Investigación mostraron signos de confusión, aparentando conciencia sobre la anormalidad del fenómeno astronómico.

“Cuando la luz solar fue obstruida por la Luna y la temperatura descendió, algunos ejemplares treparon sobre los árboles y colocaron sus rostros y cuerpos viendo hacia el sol. Al concluir el eclipse, los chimpancés bajaron de los árboles”, consigna el artículo. Estos datos demostrarían que un evento natural de esta envergadura podría influir en el comportamiento de los chimpancés. Pero en otro tipo de animales, como los domésticos o de cautiverio, ¿podría llegar a afectarles?

Existen mitos que hablan de jaurías de perros desatando su furia durante el tiempo de oscuridad, o los mismos canes corriendo desorientados por las calles, sin embargo, la veterinaria de la Clínica Megaservet, de La Serena, María Fernanda Fuentes, lo descarta de plano. “Desde luego que puede haber alguna reacción, pero muy débil. El eclipse es un gran acontecimiento para nosotros, para los animales prácticamente pasa inadvertido”, asegura.

La profesional asevera que si bien especies ganaderas como las ovejas, vacas sienten que la noche ha llegado por la falta de luz, “lo único que hacen es ir a sus establos y preparar su descanso de manera más temprana, pero cuando vuelva la luz de darían cuenta y todo retornaría a la normalidad”, indicó. Tal como lo manifestó la veterinaria, nuestros animales de compañía, tampoco experimentan demasiadas variaciones en su comportamiento.

“Lo que pasa es que el tiempo es demasiado corto, por lo que no hay ninguna alteración. A los gatos prácticamente no les importa, y respecto a los perros se puede escuchar uno que otro aullido de más, pero es algo que hacen por repetición. Si un perro comienza a aullar, el otro lo seguirá, pero no necesariamente será como una consecuencia del eclipse”, aseguró la experta, por lo que todos quienes vayan a disfrutar el evento natural con sus mascotas, pueden estar tranquilos.

En el animal que sí repara la especialista es en el caballo, ya que éstos son más sensibles que los demás, por lo que los equinos sí podrían experimentar algún tipo de nerviosismo. “No sé a qué nivel, pero yo no recomendaría estar montando a la hora del eclipse”, precisó María Fernanda Fuentes.

Fuente: Diario el Día 

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