Una madre decidió regalarle a su pequeña hija de 10 años un presente muy particular. Con motivo de su décimo natalicio, le permitió hacerse el aritoque tanto quería, pero todo terminó en un drama y con una internación de por medio que preocupó a toda la familia.
Katy Jordan llevó a su hija Isabelle Whitaker a perforarse una de sus orejas, pero una semana después terminó gritando de dolor y con antibióticos debido a una inesperada infección en su oído derecho.
El perno del arito se había enterrado literalmente en una de su oreja y esto generó una “bola de infección” que dejó a la niña internada en observación dentro de la sala de sepsis.
“El médico dijo que necesitaba ser consciente de que si ella comenzaba a luchar por respirar, o su temperatura corporal se elevaba, tendría que llevarla a la sala de emergencias”, comentó su madre.
Jordan agradeció su fortuna y consideró que la situación podría haberse disparado a un caso mucho peor si no hubiese actuado a tiempo. “Afortunadamente los antibióticos funcionaron, pero podría haber sido mucho peor. Si no la hubiera llevado al hospital ese día, no sabrá lo que pudo haber pasado “, consideró.
La mujer afirmó que notaron que algo no andaba bien cuando comenzaron a tomar los primeros cuidados post perforación de la oreja. Allí descubrieron que el arito estaba “demasiado apretado” y al otro día descubrieron la infección.
Fuente: radio Mitre