Una joven de 23 años disfrutaba de un vino y una película junto a un amigo, pero su vida cambió para siempre después de que hizo sonar su cuello.
Natalie Kunicki estaba tirada en la cama hasta que realizó algo muy habitual en los jóvenes: estirarse. Sin embargo, en ese momento se escuchó un crujido tan poco normal que su amigo le preguntó si eso había sido su cuello.
Le restó importancia y minutos más tarde se levantó para ir al baño, y allí comenzaron los problemas: “Miré hacia abajo y me di cuenta de que no estaba moviendo la pierna izquierda y luego me caí al suelo”, dijo la joven a Daily Mail.
Natalie se mudó a Australia en 2017 y es paramédica, y por eso no quería llamar a las emergencias. “Hasta llegué a pensar que me había drogado. Entre los síntomas que genera la droga de la violación se encuentra la parálisis”, dijo.
Finalmente, la desesperación de su amigo fue más fuerte y terminó pidiendo una ambulancia. En el hospital le dijeron que su arteria vertebral, una importante en el cuello, se había reventado cuando se sonó. Eso provocó que se formara un coágulo de sangre en su cerebro y causó un derrame cerebral.
“La gente necesita saber que incluso si eres joven, algo tan simple como un movimiento puede causar un derrame cerebral. Mi intención no fue romperme el cuello, solo me quise estirar y escuché un ‘crack'”, dijo.
Tuvo que ser sometida a una cirugía de urgencia, en donde los médicos repararon la arteria estallada. El accidente le provocó un gran deterioro en el habla y la joven tuvo una gran depresión. Gracias a los ejercicios, está recuperando cierta movilidad de su lado izquierdo.
Estiman que podrá volver al trabajo en un período de seis a 12 meses. Ella difundió su caso para concientizar sobre los accidentes cerebrovasculares en los jóvenes. “Mi caso fue uno en un millón, pero una arteria vertebral rota es en realidad una causa bastante común de accidentes cerebrovasculares en los jóvenes. Hasta te puede pasar haciendo actividad física”, indicó.
Fuente: Daily Mail en Radio Mitre
