Un relato aterrador y sin remordimientos. Un hombre confesó ante las autoridades de Estados Unidos que estrelló contra la pared a su bebé recién nacido porque "no soportaba su llanto". El nene murió por las graves lesiones cerebrales derivadas del impacto.
Se trata de Christian Rodríguez, de 24 años, quien ya tenía antecedentes penales por maltratar a sus cuatro hijos. De hecho, cuando ocurrió el asesinato de Aiden, uno de sus hermanitos mayores ya no vivía en el lugar porque estaba bajo la custodia de asistencia social.
“Solo se golpeó una vez”, dijo en un primer momento. No obstante, unos minutos después confesó que el pequeño se golpeó una segunda vez también con el marco de la puerta. Entonces la policía se dio cuenta que empezaba a caer contradicciones, hasta que terminó por confesar el crimen esbozando una sonrisa. No hubo muestra de arrepentimiento alguno.
Según el joven padre, intentó calmar a su hijo pues no paraba de sollozar por el impacto que sufrió en su frágil cabeza, hasta que su desesperación llego al límite. “Me enojé y lo tiré de cara al suelo (....) Me frustré y lo tiré al suelo”, aseguró el hombre sin ningún tipo de reparos.
El pequeño Aiden fue internado el lunes por la noche en el Hospital Lincoln, pero sus heridas eran tan graves que fue derivado a la unidad de traumas del Hospital Presbiteriano de Columbia. El centro médico el bebé fue declarado muerto y por las lesiones que presentaba alertaron a la Policía.
Según informó el New York Post, el bebé presenta varias fracturas en el cráneo, hematomas en los dos lados de la cabeza, múltiples hemorragias cerebrales y “un desplazamiento de la línea media de 3 milímetros del cerebro”.