El plan de una familia de Luján de Cuyo era simple: días de descanso, sol y playa en las costas chilenas de La Serena. Pero todo cambió a horas de desesperación, angustia, tediosos trámites y una posible multa de unos 800 mil pesos.
El 31 de enero pasado los Elaskar sufrieron dos robos casi simultáneos, según relató a este diario Gastón, padre de la familia. Alrededor de las 18, cuando estaba disfrutando de la playa junto a su esposa y su hijo de 6 años, descubrió que le habían hurtado su riñonera con las llaves de su auto y del departamento que acababan de alquilar, además de dinero y celulares.
De inmediato regresaron al condominio “Costa Peñuelas” temiendo que los ladrones ingresaran al departamento, donde estaba su hijo mayor, de 12 años. “Entramos y no vimos nada revuelto, pero tampoco estaba mi hijo. Pensamos que lo habían secuestrado, fueron minutos de terror”, confesó el lujanino.
Afortunadamente, la hipótesis del secuestro fue descartada casi de inmediato. El pequeño de 12 años estaba jugando dentro del complejo. Sin embargo, “la odisea”, como la describe Gastón, recién comenzaba. Cuando fueron hasta el estacionamiento descubrieron que su Nissan Versa, modelo 2018 y con apenas 4 mil kilómetros, había sido robado.
“Fui hasta la entrada al complejo para decirle al guardia que me habían robado. El hombre puso cara de asombro y me dijo que no sabía nada. En media hora el lugar se llenó de Carabineros, hasta llegó el administrador del edificio, que es un mendocino”, agregó Elaskar.
La primera medida que tomaron los uniformados fue revisar el circuito cerrado de cámaras del lugar, lo que vieron sorprendió a todos: “Entraron dos hombres en un auto simulando ser visitantes, dieron una vuelta y salieron diciendo que no habían encontrado estacionamiento. Dejaron su auto afuera e ingresaron caminando. A los pocos minutos ambos salieron en mi auto como si nada. Ya en la calle, uno se bajó, se subió al vehículo de ellos y escaparon en los dos rodados”, detalló el padre de la familia.
Gastón además aseguró que una joven chilena que vio a los sospechosos los reconoció y aportó sus nombres y sus domicilios. “Para mí los Carabineros nunca los fueron a buscar, después de ir varias veces a la dependencia me confesaron que necesitaban la orden de un juez para ir a buscarlos, pero en Chile todos están de feria hasta marzo. Yo fui por mis propios medios hasta el lugar, a unas 7 kilómetros del complejo, pero no vi mi auto”.
"Evidentemente han estado siguiendo nuestro movimientos. Pensamos que pretendían entrar el departamento pero se encontraron con las llaves del auto y esto les simplificó sus planes", analizó Gastón.
La familia tenía reservado otro departamento en otro complejo desde el 1 al 10 de febrero. Tras el robo decidieron quedarse en el país vecino ya no para vacacionar sino para realizar todos los tramites por el robo y por posibles novedades. “Estuve 8 días abocado a toda esta situación, de oficina en oficina, siempre manejándome en taxi o en micro. Legalicé la denuncia con un escribano y copias de la declaración de testigos, para no tener ningún inconveniente en Mendoza”, confió el mendocino. Pero pasó todo lo contrario.
Una multa de 800 mil pesos
La familia Elaskar finalmente volvió a Mendoza en micro. “En la aduana argentina explicamos nuestra situación, nos hicieron pasar a una oficina y un aduanero sacó copia de todo y nos dijo: ‘Vayan a la sede de calle Peltier, ahí le van a solucionar todo’”, contó el hombre.
En la oficina de Peltier fueron notificados de algo que no esperaban. Como regresaron al país sin su auto, los emplazaron a pagar una multa por derechos de exportación que supera ampliamente el valor del auto robado. “Me dijeron que como el auto sale unos 680 mil pesos, la multa va a ser de alrededor de 800 mil pesos. No lo podíamos creer”, dijo Gastón.
Esta sanción es porque suponen desde la Aduana que el auto fue vendido en el país trasandino. “Me dijeron que fui a hacer negocios. Es una locura. Tengo la denuncia legalizada”, se quejó el damnificado.
“En la sede de Ciudad nos dijeron que tenemos que volver a la aduna chilena, en Los Libertadores, para darle de baja la entrada de mi auto a ese país. Pero no tenemos por qué volver. En Horcones nos aseguraron que no teníamos que hacer nada más”, reclamó molesto Elaskar.
Los lujaninos continúan realizando trámites contra reloj para evitar que esa abultada multa se efectivice, en paralelo a los trámites del seguro. Aunque estos últimos van “bien encaminados”.
Además del auto casi nuevo, la familia de Luján perdió unos 20 mil pesos y dos teléfonos celulares.
