El terrorífico episodio ocurrió en el territorio de Mercer en Virginia Occidental, donde los vecinos del lugar vieron a Roena Cheryl Mills caminando en la orilla de la ruta con una cabeza de una persona en la mano. Había tenido relaciones sexuales y luego lo decapitó.
Cuando la policía llegó a la casa de sospechosa, ella se negaba a salir y parecía estar fuera de quicio. Los agentes pensaron que podía estar bajo los efectos de alcohol o sustancias prohibidas. Finalmente lograron entrar y hallaron a Roena ensangrentada, con un guante en la mano, pero sin rastros de la víctima.
La policía comenzó con un rastrillaje en las cercanías de lugar para intentar encontrar a la persona asesinada. Muy cerca encontraron el cuerpo decapitado de Bo White, un joven de 29 años que era hijo del novio de la atacante. Más tarde hallaron la cabeza en un bosque cercano al lugar en el que Mills había sido vista por los vecinos.
Roena Cheryl Mills era stripper de un club nocturno llamado Southern X-Posure y mantenía relaciones sexuales con la víctima a cambio de drogas recetadas y dinero. En su último encuentro sexual lo golpeó y luego lo decapitó con un cuchillo de cocina.
Un año y medio después del macabro asesinato el jurado de Virginia Occidental declaró culpable a la mujer y le asignó la máxima condena: prisión perpetua. “Si alguna vez hubo un caso en el que una vida haya sido apropiada sin misericordia, es este caso”, dijo el fiscal George Silter.
En el transcurso del juicio se supo que Mills le pidió prestada una motosierra a un vecino, como este se negó, ella volvió y decapitó el cuerpo que ya se encontraba sin vida con un cuchillo de cocina.
Fuente: La Cien
