Ken Hyde, tiene 26 años y vive en Manchester, Inglaterra. Decidió ir a comer a KFC (Kentucky Fried Chicken), una conocida cadena de comida rápida especializada en pollo frito. Hasta ahí todo iba normal, el problema fue cuando se encontró con una sorpresa en una de las piezas de pollo.
Sintió algo raro al masticar así que escupió el bocado y se encontró con que adentro del pollo había una nota escrita a mano en un papel.
Se quejó con la cadena pero solo le dieron un cupón por siete libras para gastar en el local, cuyo equivalente en pesos argentinos no llega a los 500.
"Me sorprendió y no podía creer lo que estaba viendo. Estaba disgustado para ser honesto, el papel estaba literalmente incrustado en el pollo. Tomé fotos y me quejé en Twitter, también las envié por correo electrónico. Ellos sólo se disculparon y me dieron un cupón de £ 7 que expira en unos pocos meses", explicó a medios locales.
