Dicen que el amor de madre mueve montañas y también permite ver más allá de lo que la simple vista de cualquier otra persona lo puede hacer. Luz Cuevas vivió un hecho por demás desagradable en 1997. Por aquel entonces vivía en Filadelfia y sufrió un brutal incendio en la planta alta de su casa.
Precisamente las llamas se iniciaron en la habitación de su bebé y rápidamente se propagaron. Cuando ella corrió a la habitación para sacar a su hija de la cuna, que presuntamente estaba durmiendo, se dio cuenta que no estaba allí. Pese a esto la buscó por todos lados hasta que el humo del fuego la hizo desvanecer.
Los bomberos luego dieron por muerta a la pequeña pero ella siempre sintió que ese escenario que le "dibujaron" no era el real. Luz sufrió quemaduras en su rostro antes de ser vencida por el humo y le gritó a los bomberos que su bebé había sido robado. "Entré a la habitación y miré en la cuna y ella no estaba allí", señaló la mujer en The Sun y luego explicó que la ventana estaba inexplicablemente abierta, aunque era una noche fría de invierno.
La madre nunca creyó que su bebé de diez días murió en el incendio de su casa pero los policías siempre le dijeron que los restos del bebé habían sido consumidos en las llamas.
Seis años más tarde, Luz estaba en una fiesta cuando vio a una chica de pelo oscuro llamada Aaliyah Hernández que era tenía rasgos muy parecidos a su nena. Ella estaba tan convencida de que la joven era su hija Delimar Vera que la llamó diciéndole que tenía chicle en el pelo para poder cortar un mechón y tomar un análisis de ADN.
Las pruebas demostraron que el instinto de su madre era correcto y que la niña era el bebé que, según le dijeron, había perecido en el incendio de la casa. La mujer que decía ser la madre de Delimar Vera era la prima de Luz, Carolyn Correa.
La representante estatal escuchó su historia durante una hora y media, pero instintivamente creyó que estaba diciendo la verdad.
Llamó a la policía y a Correa le hicieron una prueba de ADN que demostró que Aaliyah Hernández era Delimar. Después de una segunda muestra de ADN, le quitaron la niña a su prima y la arrestaron.
