Sus padres escucharon un golpe en su habitación, pero no les pareció raro. Horas después, cuando lo llamaron para comer y no bajaba, decidieron subir a investigar: encontraron muerto a su hijo, Dan Brandon, de 31 años, en el piso.
En el cuarto también había un serpentario con 10 serpientes y 12 tarántulas y, bajo un caja, su mascota favorita, "Tiny", una pitón de dos metros y medio.
Cinco meses después del hecho, la justicia resolvió que a la víctima lo mató "Tiny" (minúscula), pero que lo hizo "con afecto".
Brandon era paisajista y vivía en Church Crookham, Hampshire. Soltero, su hobby era coleccionar animales raros. A "Tiny", a la que tenía desde hacía 7 años, solía llamarla "mi bebé".
Fuente: TN