Estados Unidos

Manor House Motel, el hotel donde su dueño y un periodista espiaban a los huéspedes teniendo sexo

El dueño se llamaba Gerald Food mientras que el periodista es Gay Talese quien el 12 de julio presentará su nuevo libro "The Voyeur's Motel" ("El hotel del mirón"), en el que narra lo que vio dentro de las habitaciones.
viernes, 15 de abril de 2016 20:01
viernes, 15 de abril de 2016 20:01
El hotel se llama Manor House Motel y está en Colorado, Estados Unidos. Por aquel lugar pasaron miles de personas que llegaron para hospedarse sin embargo nunca imaginaron que en la habitación alguien los miraba sin que nunca lo advirtieran. Incluso en las acciones más íntimas, como al momento de tener relaciones sexuales.
 
Su dueño era Gerald Food un hombre que durante 30 años espió las actividades sexuales de la gente y luego incluso invitó a un periodista que experimentara lo que él sentía al hacerlo. Así fue como Gay Talese, quien hoy tiene 84 años, accedió sin dudarlo y ahora publicó un libro con todo lo que vió en esas habitaciones.
 
El libro se llama "The Voyeur's Motel" ("El hotel del mirón") y el 12 de julio en los Estados Unidos saldrá a la venta narrando la historia del dueño del Manor House Motel. Un adelanto del mismo fue publicado por Talese en The New Yorker, en quince páginas, que despertaron el escándalo y pusieron sobre la mesa la ética que tiene que tener un periodista y escritor al momento de escribir su libro.
 
Pero, según publicó Infobae, Food entre 1966 y 1995 —año que vendió el hotel, junto con otro que poseía— vivió en el delirio de confundir su realidad de mirón con la tarea de un investigador, al estilo de Alfred Kinsey o William Masters y Virginia Johnson. Es que además de interesarse por cómo tenían sexo las parejas, fue observador de hechos delictivos, como varias transacciones de drogas ilegales e incluso un homicidio— de sus huéspedes, quienes jamás sospecharon que eran objeto de entretenimiento y excitación ajena, confiados en el pacto de privacidad que representa registrarse en un hotel. 
 
 

Cuando Talese fue invitado por Food a mirar a las parejas teniendo sexo, el escritor no dudó y quiso "verificar" con sus propios ojos, una y otra vez, que lo que el hotelero decía era cierto: "Vi lo que Foos hacía, e hice lo mismo: me arrodillé y me arrastré hacia las hendijas iluminadas", publicó en The New Yorker. "Entonces estiré el cuello para ver tanto como podía por el respiradero, y al hacerlo casi choqué la cabeza con la de Foos. Por fin vi a una pareja desnuda, tumbada sobre la cama debajo de nosotros, concentrada en el sexo oral. Foos y yo miramos bastante rato", escribió.

"A pesar de la voz insistente dentro de mi cabeza que me decía que dejara de mirar, seguí observando, y bajé la cabeza aún más para mirar más de cerca. No me di cuenta de que al hacerlo mi corbata se había deslizado por una de las hendijas de la pantalla y que colgaba en la habitación del hotel a pocos metros de la cabeza de la mujer". Pero ella estaba de espaldas y el hombre tenía los ojos cerrados; Foos subió la corbata suavemente.

El periodista Gay Talese no es un novato en el campo del escándalo. Vivió en un centro nudista de California con su mujer y tuvo un romance con su vecina, estudió a la mafia e indagó en las entrañas de The New York Times para escribir tres de sus 12 obras.


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