Salud

Conocé los efectos negativos que puede tener comer en el trabajo

Un estudio canadiense asegura que quienes tienen ese hábito están expuestos a problemas alimentarios y sociales.
sábado, 5 de marzo de 2016 06:19
sábado, 5 de marzo de 2016 06:19

Comer en el escritorio, en plena jornada laboral y sin hacer una pausa en las tareas cotidianas puede ser inusual, o cosa de todos los días. Cuando sucede lo segundo y se hace costumbre empiezan los problemas, según inician científicos canadienses que se dedicaron a estudiar las características de la "comida de escritorio” y sus consecuencias en la salud.

Las conclusiones son, contundentes: los expertos dicen que comer en el lugar de trabajo sin interrumpir las tareas puede acarrear problemas importantes. Desde los estrictamente alimentarios, hasta la posibilidad de que se vea favorecido el aislamiento social. Y recomiendan que este tipo de comida no se transforme en un hábito.

Lo primero que determinaron los autores del estudio, un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Toronto, fueron las características del típico almuerzo "de escritorio”. Una de esas características es que se produce en el mismo lugar donde se trabaja, sin hacer una pausa, con lo que no se da un descanso al cerebro. Al mismo tiempo, indican que en la comida de escritorio se suele beber menos de lo necesario. Y se suele comer demasiado rápido.

Antes de adentrarse en los efectos negativos de esta práctica cuando se hace frecuente los estudiosos defienden la comida fuera del trabajo, y subrayan que cuidarse toda la semana en el consumo de grasas y calorías sirve de poco si luego se come mal en el trabajo.

Los científicos, encabezados por John Trogaukos, director de la investigación, defendieron la costumbre de salir del lugar de trabajo para comer, lo que tiene efectos restaurativos para el cerebro y ayuda a recuperarse de situaciones estresantes.

Comer en el mismo lugar de trabajo sin tomarse un descanso para hacerlo repercute en la capacidad de absorción de los alimentos.

Cuando uno come y trabaja al mismo tiempo, es imposible recuperar la energía y no se reduce el nivel de ansiedad. Como consecuencia de eso, los alimentos son mal absorbidos y se genera un déficit en el proceso de quemar las calorías consumidas. Esto puede ser perjudicial para el sistema digestivo y favorecer la obesidad y la fatiga.

Pero hay otro costado en el que este hábito y es el psicológico.

Según indican los especialistas el ser humano dispone de una cantidad de energía psicológica que puede usar durante el día y esa energía no se puede recargar si la comida no se hace en un ámbito de distensión que plantee una ruptura con relación al resto de la jornada laboral.

Hay más. Los especialistas destacan que quienes comen en el escritorio mientras trabajan pueden ver afectadas también sus relaciones sociales.

Esto tiene que ver conque el ámbito laboral es, a su vez, un espacio de socialización y dentro de ese espacio de socialización el horario de la comida representa un momento especial.

Es por eso que para los autores del estudio, quienes comen en su escritorio sin abandonar sus tareas corren el riesgo de aislarse socialmente.

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