domingo, 27 de marzo de 2016
09:43
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El papa Francisco envió un mensaje de esperanza en el Domingo de Resurrección, pero al mismo tiempo denunció el terrorismo "ciego" y expresó su solidaridad con las víctimas de ataques en Europa, Africa y otras partes.
Expresó también su pesar de que refugiados que huyen de la guerra y la miseria tienen que permanecer varados sin poder entrar a Europa mientras los líderes políticos discuten sobre la crisis.
Decenas de miles de personas soportaron largas filas y revisiones de seguridad para poder entrar a la Plaza de San Pedro. Bajo un sol brillante, escucharon a Francisco pronunciar el tradicional sermón desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
Francisco encantó a los asistentes al dar una vuelta por la plaza, decorada con tulipanes y otras flores, en su papamóvil, tras oficiar misa en las escalinatas de la basílica. Se inclinó por encima de las barreras para estrechar manos, mientras el vehículo salía del perímetro del Vaticano y sus guardaespaldas corrían flanqueándolo.
La policía revisó bolsos y mochilas de los turistas, peregrinos, residentes locales y periodistas, que acuden a la plaza para el saludo y bendición del papa.
Durante años, los terroristas islámicos han mencionado en sus sitios de internet que ansían atacar al Vaticano y a Roma. Francisco la semana pasada, en dos eventos públicos, denunció a aquellos que cometen "actos terroristas" en nombre de Dios".
El pontífice lucía sombrío el domingo al arrojar incienso sobre el altar colocado al pie de la Basílica de San Pedro.
Fuente: AP/ El Nuevo Herald
