Su historia conmueve a Estados Unidos y el mundo entero. Su nombre era Norma Jean Bauerschmidit, tenía 91 años y el pasado 30 de septiembre murió tras un año de convivir con una sonrisa con el cáncer. Su caso se convirtió en un ejemplo de apreciar la vida a pleno a pesar de que la salud "le dió la espalda".
La abuela comenzó su "convivencia" hace un año, en septiembre del 2015 justo dos días después de la muerte de su marido, Leo. Por aquel entonces, comenzó a orinar con sangre y su hijo la llevó al médico. Éste, después de una serie de estudios, le explicó que tenía un tumor en el útero y que lo mejor era: Cirugía, quimioterapia y radiación. Cuando el médico terminó de explicarle le preguntó cómo le gustaría hacer. Ella contestó: "tengo 90 años y quiero vivir la vida viajando".

Así fue. Su hijo le dio el gusto y vivió a pleno de la mano no solo de él sino también de su mejor amigo, su perro Ringo. El viaje quedó registrado en su perfil de Facebook Driving Miss Norma (Paseando a la señora Norma).
