jueves, 21 de enero de 2016
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Un estudio realizado por Nick Wolfinger, un sociólogo de la Universidad de Utah (EE.UU.), y publicado por el Instituto de Estudios Familiares, institución a favor del matrimonio, sugiere que la gente que se casa entre los 28 y los 32 años rompe menos que las que lo hacen en años posteriores.
Hasta el momento, varios sociólogos pensaban que cuanto más se esperaba para formalizar una relación, más duradera y mayor estabilidad tenía, pero esta conclusión no se acompañaba de datos.
Wolfinger analizó las estadísticas nacionales norteamericanas entre 2006-2010 y más tarde las comparó con las de 2011-2013. Y se encontró con una curiosa curva descendente.
"Las cifras de divorcio descendían si el matrimonio había tenido lugar entre los "veintimuchos" y el principio de los treinta". "La conclusión -escribió-, es que hay más posibilidades de divorcio cuando nos vamos a bodas realizadas entre los treinta y muchos y los cuarenta y pico". Es más, por cada año que pasa después de los 32, la oportunidad de divorcio crece un 5%, según el estudio.
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