jueves, 24 de diciembre de 2015
06:28
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Todo comenzó en 1957, cuando la ya desaparecida Unión Soviética lanzó el Sputnik 1, el primer satélite que marcó además el inicio de la era espacial.
Una pieza descartada del cohete que llevó al Sputnik 1 a órbita se convirtió en el primer pedazo de basura espacial, y casi todas las misiones posteriores fueron haciendo su parte.
Por ejemplo, en junio de 1961, el vehículo de lanzamiento Ablestar que transportaba al satélite Transit 4A explotó en órbita, creando cerca de 300 fragmentos de basura.
Para el año 2007, el número de piezas rastreables de basura espacial alcanzaba los 9000. A partir de 2012, más de 23.000 objetos de más de 5 cm de diámetro estaban siendo seguidos por la Red de Vigilancia Espacial de Estados Unidos.
Afortunadamente, en la actualidad hay una serie de ideas de la diversión en la mesa para llevar a cabo una limpieza de todo.
Fuente: El Día