Salud

Aseguran que 7 de cada 10 personas sufrieron alguna vez el "síndrome del impostor"

Cuando te sentís extraño en tu trabajo, sintiendo que no estás a la altura de las circunstancias o pensás que aprobaste de suerte un examen, probablemente padeciste este mal. Conocelo.
domingo, 29 de noviembre de 2015 06:15
domingo, 29 de noviembre de 2015 06:15
¿Alguna vez sentiste que tus éxitos se deben a "un golpe de suerte” y no a tus capacidades? Este trastorno se llama "el síndrome del impostor” y es más común de lo que parece. Al tener la sensación de nunca estar a la altura de las circunstancias y no ser suficientemente bueno o competente en los que haces, te sentís un impostor.

De hecho, según la doctora Valeria Youg, experta en el síndrome, 7 de cada 10 personas lo han sufrido alguna vez en su vida. Quizá sentiste que aprobaste un examen en la escuela por una cuestión de suerte y no por todo lo que sabía, o que tus ascensos y éxitos laborales tienen que ver con asuntos externos, lejos de tus habilidades, conocimientos y esfuerzo.

Algunos de los factores que originan el síndrome tienen que ver con dinámicas familiares durante la infancia que generan una desvalorización personal; estereotipos sexuales sobre las expectativas de éxito que son impuestos socialmente; las diferencias salariales en el mundo profesional de la mujer y la percepción de éxito personal que genera mucha autoexigencia propia.

Aida Baida Gil, autora del libro Cómo superar el síndrome del impostor, comenta que se sintió muy identificada con el término la primera vez que lo escuchó. "Tuve esa sensación durante toda mi carrera científica. Pensaba: ¿qué hago yo aquí? Después me di cuenta de que le sucedía a mucha más gente, especialmente en profesiones en donde la competencia es muy alta", le contó a BBC Mundo.

Baida Gil asegura que hay dos niveles del síndrome: uno que desaparece con el tiempo y la experiencia (y que se manifiesta cuando nos sentimos inseguros ante un nuevo reto o puesto de trabajo) y otro más grave, que empeora con el tiempo.

La existencia de dudas acerca de la propia habilidad, el miedo al fracaso y el mantenimiento de unas bajas expectativas de resultado sin argumentos reales hace que las personas, a pesar de sus logros, no se crean merecedores de sus éxitos y se preocupen en que los demás puedan descubrir en cualquier momento que no son tan inteligentes como parecen, explica Evaristo Fernández, profesor de Psicología Diferencial de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en España, en un ensayo publicado por la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AECP).

Como consecuencia, estos "impostores” no corren riesgos ni se atreven a pedir un ascenso porque tienen miedo de no estar a la altura, así que trabajan por debajo de su potencial, según el informe. "También aumenta sus niveles de estrés y afecta a su productividad porque a menudo postergan tareas o bien trabajan demasiado duro para justificar que su éxito se debe al duro trabajo y no a su talento", agrega Baida Gil.

Fuente: TN

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