sábado, 7 de septiembre de 2013
08:25
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El ayuno tiene un sentido religioso, pero también es un tradicional modo de protesta laico. Y la paz es una bandera que une voluntades por encima de las confesiones. Es por ello que francisco-suma-adhesiones-su-vigilia-la-paz">la iniciativa de Francisco ha recogido muchos apoyos.
Casi la totalidad de la clase política italiana ha expresado su adhesión, al igual que los sindicatos y los representantes de las comunidades judías e islámicas.
Desde la propia Siria, llegó una carta del Gran Muftí de Damasco, Ahmad Badreddin Hassou, líder espiritual del Islam sunnita, expresando su gratitud por esta convocatoria y su deseo de llegar a Roma para estar junto a Francisco.
También el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, respondió a la invitación del Papa: "La Iglesia de Constantinopla –dijo- aplaude la iniciativa de Francisco de llamar a los cristianos de la Tierra a unirse en oración y ayuno el próximo sábado, para que prevalezca la paz en el incandescente territorio sirio, con la esperanza de que Dios ilumine la mente de los responsables políticos y se evite la acción militar que, inevitablemente, provocará la muerte de víctimas inocentes".
Desde Polonia, el mítico líder del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, anunció que seguirá las instrucciones de Francisco y se sumará al ayuno y oración. Reclamó una solución dialogada y el nacimiento de "un gobierno supranacional" y "una política común a través de un sistema de decisión multipolar basado en la solidaridad", según publica Indobae.
En América Latina, los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales –éste último acaba de reunirse con el Papa- anunciaron su adhesión a la iniciativa papal, mientras que la presidente argentina, Cristina Kirchner, citó a Francisco para expresar su oposición a la intervención armada en Siria, durante la Cumbre del G20.