miércoles, 25 de septiembre de 2013
13:29
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Los servicios de rescate y lugareños desesperados buscaban este miércoles supervivientes entre los escombros provocados por un terremoto que dejó al menos 328 muertos y afectó a decenas de miles de personas en una región recóndita de Pakistán.
El seísmo de magnitud 7,7, ocurrido el martes cerca de la ciudad de Awaran, en la provincia pobre de Baluchistán (suroeste), se sintió en India y en Irán e incluso "creó" una isla de lodo y rocas en la costa paquistaní del mar Arábigo.
Según un nuevo balance de los responsables locales, 271 personas murieron y más de 400 resultaron heridas en este terremoto que destruyó aldeas enteras. Las autoridades temen un aumento del número de víctimas. "Es difícil estimar el alcance de las pérdidas porque esta región es grande y está llena de aldeas pequeñas. Por la noche podremos acceder a imágenes por satélite que nos permitirán comprender mejor la envergadura de la tragedia", declaró Muhamad Said Aliem, jefe de la Autoridad paquistaní de gestión de las catástrofes.
Las autoridades intentaban este miércoles salvar la vida de los heridos, pero la tarea es ardua. "No hay ningún lugar donde podamos tratar a los heridos en hospitales locales. Intentamos trasladar a los heridos graves a Karachi en helicópteros y los otros a los distritos vecinos", contó a AFP Jan Muhamad Baledi, portavoz del Gobierno provincial.
La aldea de Dalbedi, a la salida de la ciudad de Awaran, parecía este miércoles un campo de batalla con sus 250 casas completamente destruidas, informó un fotógrafo de AFP.
"Lo hemos perdido todo, incluso la comida quedó sepultada bajo los escombros y el agua de los pozos no es potable, debido a que el lodo se mezcló con las aguas subterráneas" después del terremoto, confesó Noor Ahmed, un granjero. "Los socorristas buscan cuerpos [entre los escombros] pero nuestra verdadera prioridad es transportar a los heridos a los hospitales cuanto antes", precisó Azad Gilani, ministro provincial de Interior.
Las autoridades paquistaníes decretaron el estado de emergencia en una parte de Baluchistán. El ejército paquistaní ya envió 100 médicos, desplegó a 1.000 soldados en el terreno y montó un hospital de campaña en el pueblo de Tarteej, uno de los más afectados, informó un responsable militar.
El instituto geofísico estadounidense (USGS) emitió una "alerta roja" después del seísmo, por estimar "probable" que haya un número elevado de víctimas. Según este instituto, ya se han registrado una docena de réplicas, la más fuerte de magnitud 5,9.
Baluchistán es la provincia más grande, menos poblada y más pobre de Pakistán. Su suelo es muy rico en hidrocarburos y minerales. La provincia sufre actos violentos contra la minoría musulmana chiita y es escenario de ataques de los talibanes y de enfrentamientos entre los rebeldes secesionistas del Ejército de Liberación de Baluchistán y las fuerzas gubernamentales.
Un montículo de rocas ha formado un islote por el terremoto
Fuera de la capital provincial Quetta, donde los habitantes recitaban versículos del Corán después del terremoto, y del puerto de Gwadar, la población local vive en pequeñas ciudades con infraestructuras deficientes o en aldeas mal comunicadas.
En la costa del mar Arábigo, frente a Gwadar, un gigantesco montículo de rocas y lodo de unos 20 metros de alto, 40 metros de largo y un centenar de ancho emergió del agua después del terremoto, informaron las autoridades. Los investigadores paquistaníes descubrieron burbujas de metano subiendo a la superficie, lo que sugiere que esta "isla" nació por la presión del gas desprendido por el seísmo, que hizo que el lodo y las rocas subieran a la superficie del agua.
El sur de Baluchistán paquistaní se sitúa en el cruce de las placas tectónicas india y arábiga, lo que explica la intensa actividad en la región. Un montículo rocoso muy parecido a este emergió en el mismo lugar en 1945 después de un terremoto de magnitud 8,1 y acabó desapareciendo bajo las aguas.
En 2005, un terremoto de magnitud 7,6 en Cachemira (nordeste de Pakistán) causó 73.000 muertos y privó de hogar a millones de personas, en una de las peores catástrofes naturales de la historia de Pakistán.
Fuente: AFP