Brutal golpiza terminó con la vida de una perra que había sido protegida en un refugio particular para mascotas. Un habitante de la Colonia Don Miguel de Bolivia, inconforme por la presencia de los perros en una casa de su vecindario decidió la madrugada del domingo dar un escarmiento a la mujer que alquiló la vivienda para dar hogar a 16 perros de la calle, entre ellos Muñeca, la víctima del violento sujeto.
Como consecuencia de la fuerza y cantidad de golpes recibidos, el cadáver de Muñeca tenía expuestas las costillas por un agujero en la piel, evidencia de la tortura que sufrió a manos del sujeto de cuya identidad ya se tienen indicios.
Una fotografía del cadáver de Muñeca circuló en las redes sociales desde el domingo provocando la indignación de los activistas defensores de los animales, indignación que creció cuando la activista Morrigan Aensland, quien rentó la casa donde tenía a Muñeca, pidió la ayuda de los defensores de animales para dar alojamiento a los restantes perros ante el temor fundado de que los vecinos imitaran el linchamiento de que Muñeca fue víctima.
En la nueva legislación que protege la vida de los animales domésticos y de compañía, la violencia es castigada con penas que van de los tres meses hasta un año de cárcel, a quien se le compruebe que maltrató a un animal.
Queremos que en todo el país se aplique lo siguiente como en el distrito Federal:
En diciembre pasado, los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobaron una modificación al Código Penal en la que estableció una pena de cárcel de 2 hasta 6 años de prisión a quien maltrate a un animal, además de multas que ascienden a más de 27 mil pesos.
El artículo 350 bis puntualiza penas de seis meses a dos años de prisión para las personas que realicen actos de maltrato o crueldad y que causen lesiones evidentes en el animal, sin que pongan en riesgo su vida.
En caso de que las lesiones pongan en riesgo la vida del animal, la pena aumenta un año más.
El artículo señala además que la muerte de un animal, derivada de actos crueles o maltratos, se castigará con dos a cuatro años de cárcel y una multa de 200 a 400 días de salario. Si se utilizan métodos que provoquen un sufrimiento mayor, las penas aumentarán dos años más.
La reforma explica que esta penalización aplica cuando se efectúe maltrato a un "organismo vivo no humano, con movilidad propia, capacidad de respuesta a los estímulos del medio ambiente y sensible, que no constituye una plaga”.
De acuerdo con la ALDF, patear, pegar, quemar, ahogar, colgar, envenenar, balear y mutilar están considerados dentro del margen de maltrato
