jueves, 25 de julio de 2013
13:22
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Francisco pidió "lío" a los jóvenes argentinos. "Quiero líos en las diócesis; quiero que se salga afuera, Quiero que la Iglesia saga a las calles", exclamó.
El Papa pidió especial atención en "los dos extremos de la vida" e hizo hincapié en no licuar la fe: "Pueden tomar un licuado de manzana, un licuado de naranja, pero no tomen licuado de la fe; la fe no se licúa. Es la fe en Jesús".
Y habló de los jóvenes sin trabajo. "Es una genearción que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo. Los jóvenes tienen que salir a las calles; tienen que hacerse valer", sentenció.
Luego de una introducción de monseñor José María Arancedo, a quien le agradeció especialmente, el Papa se disculpó con los 30 mil adolescentes que no pudieron entrar al miscroestadio en donde se realizó el evento.
De buen humor, dijo que no le gusta "estar enjaulado" y rezó junto a los jovenes antes de bajar a sacarse fotos y darse abrazo con los que estaban en las primeras filas. Se escucharon canciones argentinas y el nombre de su santidad fue vivado en infinitas ocasiones. Un pedacito de Río se vistió de celeste y blanco.