En una jornada marcada por la volatilidad cambiaria, el Gobierno nacional dejó en claro su intención de mantener el dólar oficial por debajo de los $1.300. A través de una intervención coordinada entre el Banco Central (BCRA) y el Tesoro, se frenó una nueva escalada del tipo de cambio, que llegó a superar ese umbral durante el día pero cerró en torno a $1.280 en el mercado minorista y $1.260 en el mayorista.
La estrategia incluyó ventas masivas de contratos de dólar futuro, por un monto estimado en más de USD 600 millones. Esto logró reducir más de 1% la cotización esperada para fines de julio y agosto. Paralelamente, el BCRA impulsó una suba en las tasas de interés en pesos, buscando atraer inversiones en moneda local y reducir la presión sobre el mercado cambiario.
El Tesoro también realizó una licitación inesperada para absorber pesos del mercado, mientras que el BCRA reactivó los pases pasivos, retomando así los pasivos remunerados que habían sido eliminados meses atrás. Esta batería de medidas tuvo como objetivo central contener el tipo de cambio y preservar la credibilidad del proceso de desinflación.
Críticas a la flotación cambiaria
La fuerte intervención generó cuestionamientos sobre el esquema de flotación cambiaria anunciado en abril. No obstante, desde el equipo económico sostienen que el dólar sigue flotando dentro de las bandas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La señal fue clara: el Gobierno considera que $1.300 es un techo para el tipo de cambio oficial. En las últimas semanas, el dólar había acumulado una suba del 12%, pero hasta el momento no se ha traducido en un salto inflacionario. De hecho, analistas privados proyectan una inflación inferior al 2% para julio.
Mejora en el tipo de cambio real y dudas hacia adelante
En términos reales, el tipo de cambio ya ajustó cerca de un 18% desde la flexibilización parcial del cepo en abril. Esto representa una mejora en la competitividad de la economía argentina, ya que los precios locales están más alineados con el valor del dólar.
Sin embargo, hay incertidumbre sobre la sostenibilidad de esta calma cambiaria. En las próximas semanas se espera una fuerte caída en la liquidación del agro, debido al fin de la reducción temporal de retenciones. A la vez, crecería la demanda de divisas por mayores importaciones y por la salida de turistas al exterior en vacaciones de invierno.
¿Alcanzan las tasas para contener al dólar?
Las tasas de interés a un día cerraron en torno al 25% anual en pesos, mientras que las LECAP volvieron a ofrecer un rendimiento mensual del 2,8%, equivalente a poco más del 30% anual. La gran incógnita es si estos niveles de retorno alcanzarán para mantener al dólar debajo de los $1.300 durante el resto del invierno.