En un mundo cada vez más digital, los niños están aprendiendo a combinar tecnología y creatividad. En los talleres de Verano Tech, estimulados por sus maestras, muchos niños usaron por primera vez lápices para impresión 3D para crear sus propios juguetes y objetos útiles. Esta experiencia única les permitió explorar el diseño y la fabricación de sus propios proyectos, impulsando su imaginación de una manera innovadora.
Analía Maldonado, una de las maestras encargadas de los talleres, explicó el proceso inicial que atraviesan los niños con el uso del lápiz 3D. "Al principio para lograr un manejo óptimo del lápiz se usan diferentes plantillas diseños. Los chicos se van amigando y familiarizando con las distintas funciones que trae el lápiz y las medidas de seguridad que hay que tener en cuenta", señaló Maldonado.
Una vez familiarizados con las bases, los niños tienen la libertad de diseñar lo que su imaginación les dicte. "Luego de ese primer paso, van afinando la técnica con diseños que ellos traen desde su casa. Al final, les pedimos que diseñen algo por medio de alguna necesidad o algo que ellos quieran tener. Y de ahí nacen muchas ideas de la propia creatividad de los chicos, que siempre es muy alta", agregó.
Rocío Cañizares, otra de las maestras encargadas, destacó que hubo un buen trabajo realizado por los participantes. "De 9 a 11 años han estado trabajando con el lápiz, y de 12 a 18 con las impresoras 3D. Los dos usan el mismo filamento, pero son distintas técnicas según la edad de los chicos. Cada producto, cada proyecto que los chicos realizan, se lo llevan de recuerdo, y algunos ya lo utilizan", explicó Cañizares.
La creatividad de los niños se ve reflejada en sus proyectos. Algunos, como los de los celulares o lámparas, nacieron de necesidades cotidianas. Las maestras resaltaron cómo los niños no solo crearon juguetes, sino objetos funcionales: "Hay chicos que tenían celular pero no tenían su carcasa, entonces dijeron, ‘bueno, yo modelo mi propia carcasa’. Así es que, de eso, hemos logrado muchos diseños divinos."
LA VISIÓN DE LOS NIÑOS
El entusiasmo de los pequeños participantes es palpable, y sus obras demuestran el impacto de esta actividad. Sara Coria, de 9 años, compartió lo que hizo en los talleres: "He hecho una funda, un dragón, la Torre Eiffel y unos lentes. La Torre Eiffel la hice porque quería tener una lámpara, y pude convertirla. Estoy muy feliz de haberlo hecho", dijo Sara, visiblemente orgullosa de su creación.
Martina Sáez, de 10 años, creó un cohete con toda su imaginación: "A mí me dieron la plantilla del cohete, la fui dibujando, luego la despegué y la armé. Mi papá me ayudó a ponerle las lucecitas. Me demoró un par de días hacerlo, pero me gustó mucho. Fue la primera vez que usé el lápiz 3D y a todos en mi casa les encantó".
Por su parte, Guadalupe Cuello, de 9 años, apostó todo a hacer una figura del personaje Kuromi: "Cuando ya había terminado todo, la seño me dio una idea e hice esta Kuromi, que me encantó mucho. Me gusta mucho este personaje. Es la primera vez que manejo el lápiz, y mis padres están muy orgullosos de mí".
Con mucha emoción, Francisco Maturano, de 11 años de edad, también presentó su creación: unos "lentes de colores superpoderosos". "Lo hice con una hoja impresa que tenía un dibujo de lente, lo fui remarcando y rellenando. Lo pegué, uní e hice los lentes. En mi casa me dicen que es espectacular poder hacer estas cosas".
Los talleres de Verano Tech han despertado el interés de muchos niños por seguir explorando el mundo de la tecnología y el diseño. Cañizares mencionó que muchos chicos quedaron con ganas de seguir, pero debido a la limitada cantidad de cupos, algunos no pudieron inscribirse. "Esperemos que tengan la posibilidad de participar en futuras inscripciones", finalizó la maestra, con la esperanza de que más niños puedan disfrutar de esta experiencia única.