En el corazón de La Planta, en Caucete, resuena una historia de dedicación y amor por la educación. Jorge Lozano, director de la escuela República de Bolivia, se despidió de las aulas, pero su legado perdurará en cada rincón de esta comunidad que tuvo el placer de conocerlo.
Durante casi toda su vida, Jorge no solo fue un educador; fue un faro de esperanza y conocimiento. Su pasión por enseñar iluminó el camino de innumerables estudiantes, quienes no solo aprendieron de él, sino que también se inspiraron en su compromiso inquebrantable. Cada día en la escuela era una oportunidad para despertar la curiosidad, fomentar el pensamiento y, sobre todo, cultivar sueños.
La jubilación de Jorge llegó de manera inesperada y recibió un gran reconocimiento por su gran trabajo. Pero para él, más que un final, es un nuevo comienzo. Su legado se refleja en las sonrisas de aquellos que pasaron por sus clases, en los valores que inculcó y en todo lo que colaboró. El docente recordó cómo fue que decidió contarle a la comunidad educativa que se había jubilado. Con emoción, Lozano aseguró que había convocado a una reunión de padres para el día 30 de julio a la noche y una reunión de personal para el 31.
“Nadie estaba al tanto de que me había jubilado. A partir del 1 de agosto ya estaba jubilado. Hice la reunión de padres y no le conté nada a nadie. Ese día les dije 'miren, en realidad ahora les voy a pedir que me escuchen 5 minutos porque hay algo que les quiero decir y que espero que lo tomen bien'. Ahí les conté que me había jubilado, que me quedaba un día de trabajo. Me costó terminar la reunión un montón porque casi todos los papás que yo tenía en la escuela habían sido mis alumnos. Entonces se hace complicado, difícil despedirse”, aseguró Jorge a Diario La Provincia SJ.
Luego, tomó coraje para contarle la noticia al personal, quienes tampoco sabían que se había jubilado. “Quería dejar esto lo mejor organizado posible porque me quedan un par de horas de trabajo'. Entonces me dijeron 'pero esto es una locura', '¿cómo te vas a ir?', 'Tenemos el aniversario de la escuela'. Les dije 'yo voy a ayudar, yo voy a colaborar, pero ya está, ¿qué quieren que le haga? Salió y salió'”, comentó el hombre. En la misma línea sumó que no se imaginaba que la jubilación le iba a salir tan rápido, fue algo que realmente lo tomó por sorpresa.
Después llegó uno de los momentos más complicados para Jorge, despedirse de los chicos. “Fueron tres discursos, uno a los padres, otro a los docentes y otro a los niños. A los docentes y personal de servicio estaban todos. Porque era la última reunión organizativa del 75 aniversario de la escuela. Entonces fue súper difícil esa reunión, también porque hay personal que lleva muchos años. Y la mayoría de ellos se han iniciado en la docencia conmigo”, destacó.
En el segundo discurso, sostuvo que se dirigió puntualmente a los chicos, aunque sabía que se venía un momento en que lo iba a invadir la emoción, tomó fuerzas y comenzó. “Estaban todos formaditos en el patio y cuando comencé a hablar, no me entendían o no me querían entender. Entonces los niños le empezaron a preguntar a los maestros si era verdad que me había jubilado. Le dijeron que sí, que 'el director se va hoy y no vuelve'. Ahí salieron todos corriendo, algo que jamás han hecho, y vinieron a abrazarme llorando. Luego las maestras se los llevaron y yo al final los esperé en la puerta con un chupetín, para la despedida de todos”, sumó.
Además, comentó que “después viene el maestro, que es el que ha quedado justamente a cargo de la dirección, y me dijo: 'te están esperando afuera'. Cuando llegué a la puerta, me encontré con que estaba todo el pueblo con carteles. Fue muy fuerte. Yo he vivido allá. Ésa ha sido mi familia de lunes a viernes por 25 años. Yo en mi casa hacía una visita. Allá era mi casa, mi familia, mis vecinos, cuando ellos tenían un problema iban 'al Jorge', al director. Uno no se puede ir tan fácilmente. Se me hizo cuesta arriba y me costó aceptarlo”.
Una nueva etapa en la vida de Jorge
Jorge asegura que todo el mundo me dice, 'che, pero vas a hacer algo', 'no te vas a quedar de flojo'. “Y a todos les digo, 'miren, yo desde que tengo 17 años nunca he estado desocupado', 'siempre he trabajado'. Gracias a Dios, siempre trabajé. Nunca más tuve las vacaciones. Yo me imagino que voy a hacer algo, pero por ahora quiero conocer la otra cara de la moneda que no la conocía y no es fea: Descansar”, contó.
El docente resaltó que se viene una etapa nueva en su vida, y que será poder disfrutar plenamente de su familia. “Estoy conociendo cosas que yo no sabía que se podían hacer, porque lo mío era todo trabajo. El fin de semana hacer de padre, que siempre lo hizo mi señora. Recuperar esas experiencias que nunca las tuve”, agregó.
El hombre destacó que se caracteriza por ser una persona bastante estructurada. Todas las mañanas se levantaba a la misma hora, preparaba su mate, y comenzaba con su jornada. El sanjuanino siempre compartía un momento de mate con los porteros y docentes. Recorría el establecimiento y controlaba que todo estuviera correctamente para recibir a los alumnos.
“Creo que lo que más voy a extrañar son a los niños que iban a pedir refugio y que entraban a la dirección corriendo y decían, 'mire maestro, ¿sabe qué?' y denunciaban a algo, eso creo que es lo que más voy a extrañar”, comentó.
Por último, subrayó: “por esa escuela tengo un sentimiento muy especial porque cuando yo llegué era una escuela tan olvidada, tan abandonada y hoy que sea una escuela tan presente, costó mucho sacrificio. Por ahí me dicen que lo he hecho yo y yo digo que no, porque cuando yo iba a golpear puertas la gente se quedaba y hacía que la escuela funcionase impecable mientras yo no estaba. Eso habla de que no era solamente yo el que andaba detrás de todo lo que es hoy esa escuela, no solamente en lo edilicio, porque tiene un edificio hermoso, impecable, sino que también cosas como que se lograron jornada completa y cuantas cosas que se han logrado para esa escuela”.
El profesional destacó que se jubiló el 1 de agosto y volvió una sola vez, el pasado jueves 26 de septiembre para el acto aniversario por los 75 años de la escuela. "Cundo fui vi que mi dormitorio estaba intacto, parecía que yo hacía 5 minutos me había ido y nadie tocó nada", resaltó,
Nuevo director
El nuevo director se llama Adolfo Riveros y conoce muy bien la realidad del establecimiento y de su gente.
“Cuando yo llegué a esa escuela, en esa escuela el 60% de los niños del pueblo no asistían a la escuela. Y el 42% de los alumnos de primer grado repetían. Hoy todos los niños del pueblo van a la escuela. Los alumnos de primero no repiten y el porcentaje de segundo grado es casi nulo. Entonces, dimos vuelta la tortilla. Pero eso no es el trabajo solo del director. Es un equipo ahí, que está remando como loco para revertirlo. Y eso, bueno, yo creo que tiene un valor incalculable. Vos nunca vas a encontrar un buen director con un mal equipo”, contó Lozano a este medio.
Un equipo de oro
Jorge Lozano aseguró que siempre contó con un equipo de trabajo de “fierro”. Cuando las cosas no salían como esperaba, eran ellos sus pilares para poder seguir adelante luchando por el bienestar de la comunidad educativa.
El sanjuanino recordó que cuando llegó había dos cosas que la comunidad deseaba desesperadamente y era tener luz y agua. Tras mucho trabajo, hoy ese anhelo se cumplió y lograron solucionar esa problemática. “Espero que Dios les dé la oportunidad a todos los chicos de estudiar. Y espero que mañana haya una actividad económica, cercana al menos, que permita que ellas vivan dignamente”, cerró.