Un grupo de estudiantes de la Escuela Rural Albergue Marcos Gómez Narváez, ubicada en la remota Sierra de Elizondo en Valle Fértil, está a punto de realizar un emocionante viaje a Córdoba para presentar su innovador proyecto en la Feria Nacional de Ciencia. Este esfuerzo marca una destacada oportunidad para los jóvenes del ciclo básico rural, quienes exhibirán su investigación sobre el uso del estiércol de cabra y la gestión de residuos plásticos en su comunidad.
El proyecto, titulado Capra Hircus, surgió como respuesta a problemas específicos de la comunidad rural. "En un recorrido que hicieron los chicos por todos los puestos que hay en la zona, observaron que en los calles había una acumulación de estiércol de cabras, muchísimo. Ellos dijeron que ésa era una de las problemáticas que tenían en la comunidad", explicó la directora Mónica Speso a Diario La Provincia SJ.
Además observaron otro problema: la gran cantidad de botellas plásticas tiradas en la vía pública, debido a la falta de servicio de recolección de residuos. Los jóvenes decidieron abordar estos problemas utilizando el estiércol como fertilizante para la huerta escolar y creando un mini-invernadero con botellas plásticas recicladas.
"Ésta fue la primera vez que los alumnos realizaron todo para una Feria de Ciencia. Investigaron, sacaron información del estiércol de cabra, escucharon a ingenieros que decían que el estiércol que hay en Sierras de Elizondo es mucho mejor que en otros lados, por la alimentación que tienen. Investigaron la composición, su uso, los efectos, los beneficios que tenían", explicó.
Tras analizar su composición y beneficios, aplicaron el estiércol en la huerta escolar con resultados positivos. Además, crearon un sistema de riego por goteo utilizando materiales reciclados, demostrando la viabilidad de su enfoque innovador.
El Impacto en la Comunidad y la Escuela
El trabajo de los estudiantes tuvo un impacto notable en la comunidad. Speso destacó que el proyecto ha generado un mayor reconocimiento del valor del estiércol de cabra, abriendo la posibilidad de futuros emprendimientos locales. La segunda etapa del proyecto incluye la elaboración de abono orgánico a partir de residuos de verduras, con la intención de involucrar a la comunidad en esta iniciativa.
La directora también resaltó el cambio significativo que ha supuesto la reciente conexión a la red eléctrica, que permitió a la escuela extender sus actividades hasta la noche. Este avance ha sido fundamental para apoyar los proyectos educativos y científicos de los alumnos, que antes dependían de la energía fotovoltaica.
Los Jóvenes Científicos
Tiago Díaz, de 13 años, y Benjamín Chávez, de 14 años, son los estudiantes que representarán a su escuela en la Feria Nacional de Ciencia. Tiago expresó su entusiasmo, afirmando: "Estamos muy contentos de llegar tan lejos con nuestro proyecto. No esperábamos llegar a nivel nacional."
Por su parte, Benjamín comentó sobre la importancia del proyecto: "Usamos el estiércol de cabra como fertilizante para nuestras plantas. El proyecto nació para solucionar dos problemas: el exceso de estiércol cerca de las casas y la acumulación de botellas plásticas. Estamos emocionados por conocer Córdoba y mostrar nuestro trabajo."
Un Futuro Prometedor
La participación de estos jóvenes en la Feria Nacional de Ciencia no solo es un logro personal, sino un reflejo del potencial de las comunidades rurales en la innovación científica. A medida que se preparan para su presentación en Córdoba, el trabajo de los estudiantes de Sierra de Elizondo destaca la importancia de resolver problemas locales con soluciones creativas y sostenibles.
Este proyecto no solo ha generado un cambio positivo en la comunidad, sino que también ha demostrado el compromiso y la capacidad de los estudiantes de áreas remotas para contribuir al avance científico y ambiental. La escuela y la comunidad se sienten orgullosos del impacto de los jóvenes científicos, quienes continúan trabajando en nuevas soluciones para mejorar su entorno.