Ingrid Rottis tiene 11 años y se convirtió en orgullo no sólo departamental sino también provincial. Al igual que pasó con Benjamín Antonio Cuello Molina, alumno de sexto grado de la Escuela Armada Argentina de Los Baldecitos, la nena cosechó una mención especial y una medalla por su participación nacional en Desafío Educativo, un certamen nacional de tecnología organizado en conjunto con la Feria Nacional de Ciencias, impulsado por la Secretaría de Educación de la Nación.
Ingrid es alumna de sexto grado de la Escuela Nuevo Cuyo, ubicada en La Bebida, Rivadavia, y su participación fue producto de un largo camino de formación e incentivo docente. "Ingrid participó en la última feria, hasta la parte provincial, con proyectos tecnológicos. Ella fue una de las participante con el proyecto de hologramas 'Ilusiones'. De acuerdo a su nivel académico y cómo se ha ido analizando el proceso, se seleccionó a la escuela para que ella pudiera venir a participar de los desafíos tecnológicos", explicó su directora, la profesora Cecilia Caravajal, a Diario La Provincia SJ.
El trabajo de Ingrid no fue solo un proyecto aislado, sino que fue el resultado de un esfuerzo colaborativo entre los docentes de Tecnología, Artes Visuales y la docente de grado. A lo largo del año, los alumnos desarrollaron sus proyectos de manera progresiva, abordando diferentes temas de forma transversal y trabajando en grupo.
La semana pasada, Ingrid viajó a Buenos Aires junto a la directora de la escuela y desde el miércoles hasta el viernes se enfrentó a distintos desafíos que le fueron poniendo desde la Secretaría de Educación de la Nación. Frente a ella hubo alumnos de todo el país, incluso estuvo el pequeño sanjuanino Benjamín cuya historia se conoció hace unas semanas en la provincia.
"Los chicos han trabajado con dos profesores de acá, de CABA. Nosotros nos quedamos para colaborar desde el momento en que ellos lo necesitan más. Ingrid ha trabajado mucho sobre el proceso, distintos productos tecnológicos, de cómo se ha trabajado en el tiempo la tecnología y cómo ha ido avanzando", explicó Caravajal.
La participación de Ingrid en este evento fue un motivo de orgullo para toda la comunidad educativa de la Escuela Nuevo Cuyo. Caravajal expresó que esta mención especial y el reconocimiento nacional son una muestra de los frutos del esfuerzo colectivo de la escuela, que a pesar de estar ubicada en una zona urbano marginal, ha logrado destacarse por la calidad educativa que ofrece.
"Estas etapas, la verdad, que enorgullecen tanto no solamente a los directivos, a los docentes, sino también a las padres, a los mismos niños. Son incentivos para la comunidad donde uno vive. Es una comunidad que tenemos que estar dándoles más y dándoles herramientas para que vean que se puede llegar muy lejos. Que hay que intentarlo, que no hay que bajar los brazos", explicó la directora.
LA PALABRA DE INGRID
Ingrid compartió también su experiencia con entusiasmo, destacando lo bien que lo ha pasado en el evento, el aprendizaje adquirido y las nuevas amistades que ha hecho.
"La verdad lo pasé muy lindo, es un lugar muy bonito. Hicimos dibujado con los materiales que se usaban antes en la época de los cavernícolas y aprendimos para qué servían. También trabajamos con muñequitos plásticos a cuerda y luego hemos trabajado con los verbos plasmados en una receta", explicó Ingrid quien también destacó una propuesta en la que trabajó sobre Leonardo Da Vinci y sus obras.
Por otro lado, reconoció que esto la impulsa a seguir estudiando para alcanzar su sueño: ser geóloga. "En un futuro me gustaría ser geóloga porque me gusta mucho el tema de las piedras, observarlas, estudiarlas, saber de qué están hechas, lo que valen, de qué época vienen. Todo eso me llama la atención mucho", finalizó.
La directora de la institución también resaltó lo significativo de este logro, señalando que el reconocimiento no solo es un incentivo para los alumnos, sino también para la comunidad en la que viven, demostrando que con esfuerzo y dedicación, es posible llegar lejos.