A 190 kilómetros al norte de la Ciudad de San Juan y a 35 kilómetros al noreste de San José de Jáchal, Huaco se presenta como un verdadero oasis dentro de los límites del territorio provincial. Con cerros que impactan por su diversidad de componentes y colores, ríos que enmarcan al pueblo y espacios que son el hábitat natural de especies animales que sólo allí se encuentran, son las características que lo vuelven un sitio único e inigualable.
Allí, hace miles de años, el mismo territorio que hoy acoge no sólo a los visitantes sino también a los mismos pobladores del lugar, fue cuna y hogar del pueblo Capayán, una comunidad que ya no existe, pero que a lo largo de los años dejó descendientes entre los habitantes de la zona. Ahora, un grupo de alumnos de primaria, con el proyecto "Mis raíces son de pueblos originarios", la Escuela Albergue Dr. Federico Cantoni de Huaco, busca rescatar a través del legado de su cultura la identidad y la descendencia de los capayanes y la lleva a Tecnópolis para que el país la conozca.
"Nuestro proyecto es sobre nuestras raíces de pueblos originarios, hemos trabajado en nuestra zona y nos impulsó a hacerlo la negación de la gente de ser descendientes de aborígenes. No se consideraban, no aceptaban y lo descubrimos por miedo al rechazo, al bullying, al qué dirán porque son de pueblos originarios. Conocimos a bastantes personas que son descendientes y eso nos llevó con los chicos a esto", contó la profesora del establecimiento, Cecilia Espejo, a Diario La Provincia SJ.
El objetivo del trabajo fue abordar y llegar al reconocimiento de la cultura y la descendencia de pueblos originarios, que se reconozca el pueblo de Huaco como descendiente y poner en valor los datos averiguados de esa comunidad como la lengua, nombres que todavía perduran y hasta recetas de comidas milenarias, para que su existencia continúe viva en el tiempo.
"Investigamos y recopilamos mucha información, lo venimos trabajando desde hace dos años atrás y esta es la primera vez que pasamos a la instancia nacional. Es un orgullo llevar nuestra cultura y nuestro patrimonio a nivel nacional", contó.
Y agregó al respecto: "Los tejidos que se hacían, la forma de vida que tenían, su religión y cómo adoraban a la naturaleza... todo eso lo fuimos recopilando y asociándolo con muchas cosas, como el trabajo del cuidado del ambiente y las preservaciones. Pudimos asistir a las liberaciones de aves en peligro de extinción como el cóndor y son experiencias hermosas. A los chicos les encanta trabajar esto, les gusta conocer de su pasado".
En el proyecto, los niños que asisten al establecimiento con una matrícula de 50 estudiantes en total, desde nivel inicial hasta sexto año de primaria, desarrollaron entrevistas a personas de Huaco y también tuvieron la visita de una referente mapuche que les realizó una ceremonia y fue precisamente ese el puntapié de su trabajo. "A partir de ahí comenzamos a averiguar nosotros. Pensamos que si hay personas de otras culturas, por qué nosotros no podemos llevar el conocimiento de la nuestra por el país y por el mundo, y eso nos llevó a todo lo logrado", dijo la maestra.
Ahora, los jóvenes se preparan para viajar por primera vez a Buenos Aires y allí, en el predio de Tecnópolis, dar a conocer la cultura capayana. Cabe resaltar que ellos participaron una vez más de la Feria de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología y es la primera vez que quedaron seleccionados como representantes del departamento para la instancia nacional.
"Los chicos están ansioso por querer ir a contar lo que saben y para mi es un orgullo. Verlos a ellos que se interiorizan, que les gusta, son pocos pero van a nuestra par y lo logran", finalizó Cecilia.