Desde el Gabinete de Sismotectónica, dependiente del Departamento de Geofísica y Astronomía de la Universidad Nacional de San Juan llevan adelante un interesante sobre macrozonificación sísmica, en el que podrá ser parte la población sanjuanina. En abril comenzarán a instalar 100 sensores en distintos puntos de la provincia. Esto tendrá como objetivo poder conocer el comportamiento del suelo ante un sismo y de esta manera mejorar las normas de construcciones sismorresistentes.
Este proyecto se enmarca dentro de un proyecto internacional denominado TANGO (TransANdean Great Orogeny), que abarca gran parte de la Argentina, y fue gestado por la Doctora Patricia Alvarado.
“Es algo que no se había hecho anteriormente, hay un antecedente de microzonificación en 1982, realizada por el INPRES en un área muy acotada. Ahora nosotros vamos a cubrir es mucho mayor, tenemos equipamiento con entidades norteamericanas”, sostuvo el subdirector del Departamento de Geofísica y Astronomía, Gustavo Ortiz, a Diario La Provincia SJ.
Respecto a la distribución de los sensores en la provincia, explicó que será 100 que tienen que estar a una distancia de alrededor de un kilómetro. “El radio va desde el norte en calle Benavidez hacia calle 5, en el sur”, comentó. En el norte límite Chimbas-Capital, en el sur límite Rawson-Pocito. Y agregó que “hacia el este va desde la municipalidad de Santa Lucía hacia Rivadavia, cubriendo totalmente la ciudad”.
Comenzarán con la instalación del 3 al 7 de abril, luego se deben contar 30 días para retirarlos nuevamente. “Se retira, se descarga la información y luego se envían a Estados Unidos”, destacó.
“Es un proyecto motivador, hace falta acercar la ciencia a la comunidad. El sentir que están aportando con su patio, cuidado del instrumento es justamente algo valioso. La idea es llegar a todos en general”, subrayó.
El profesional comentó que trabajarán en lo que es la Casa de Sarmiento, para poder instalar uno de los sensores. “Esto abarcaría todo”, destacó.
Tendrán los equipamientos por un año en el país y los investigadores de la UNSJ le darán uso. “Son sensores pequeños, tienen un tamaño aproximado de 10 cm de ancho a 20 cm de largo. Va enterrado en el suelo a una profundidad de 30 cm. Al desplegarlo, nos permitirá observar cómo se comporta el suelo ante el paso de las ondas sísmicas, esto es muy importante a la hora de construir”, sostuvo el referente en el tema.
Además, agregó que registrarán por un mes continuamente, porque contienen una batería interna, que pasado ese lapso de tiempo dejan de funcionar. La idea del proyecto es poder instalarlo en los patios de las casas. La primera convocatoria estuvo abierto a los estudiantes del departamento, para que se sientan parte del proyecto. En caso de no llegar con el cupo de casa, que son 100, saldrán a la comunidad para que puedan instalar. “Tienen que ser lugares seguros, que no sean vandalizados, ya que son equipos que tienen que volver a Estados Unidos en condiciones”, subrayó.
Una vez terminada la experiencia, seguirán con el procesamiento y análisis de los datos. “Es un trabajo arduo. Lo ideal sería poder dejar los sensores donde no existan ruidos, que puede pasar o no”, comentó. Esta etapa la llevarán a cabo estudiantes de las carreras de Geofísicas, principalmente.