El ISFD Escuela Normal Superior Sarmiento marca tradición en formación docente y también innovación. Es que la escucha y trabajo colaborativo con los estudiantes hizo que una necesidad detectada se transformara en oportunidad de enriquecer la enseñanza. Se trata de una capacitación en lengua de señas que se dictó este año y que tuvo como objetivo, dar herramientas para lograr una verdadera aula inclusiva.
Gonzalo Maldonado, presidente del Centro de Estudiantes del ISFD- ENSS, contó a Diario La Provincia SJ que una situación los marcó. "Una alumna de nivel Medio, de la escuela, se comunicaba con lengua de señas y todos sus compañeros y la intérprete se unieron para interpretar el Himno Nacional Argentino integrando este lenguaje. Nos pareció una propuesta valiosa y vimos la oportunidad de trabajar sobre ello".
La puerta para darle forma de capacitación se abrió en diciembre de 2022. En ese momento, el INFOD notificó que financiaría proyectos y en ese momento, decidieron trabajar en una capacitación especial. "Tratamos, con el apoyo de Políticas Estudiantiles, que la propuesta fuera inclusiva y fuera sólida. Se iban a aprobar dos por institución y tuvimos la buena noticia que se aprobó junto a un proyecto de interculturalidad".
Fue así que se convocó a participar de un curso de 12 encuentros en el que las alumnas del Profesorado podían aprender desde construcción de frases, formas de comunicación básicas y también, cómo interpretar las canciones patrias y el Himno de la Escuela Normal Superior Sarmiento. "¿Qué mejor que capacitar a futuros docentes? La convocatoria fue con inscripción virtual y se habilitó un día a las 15 hs., con capacidad para 30 alumnos, respondiendo a los lineamientos de los profesores de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ. A los minutos, teníamos 155 postulantes; el interés fue masivo", destacó. Tras ello, quedaron las primeras 30 para cursar y 20 suplentes; sólo 1 de ellas pudo transformarse en titular.
Para Maldonado, "quedó en evidencia que esta capacitación interesa a los alumnos de 1º a 4º de ambos profesorados: Educación Primaria y Educación Inicial. Fue enriquecedor, hablando desde la perspectiva del formar y ser docente"
La profesora Geraldine Conte Grand (UNSJ) fue la docente que articuló las instituciones y detalló que en la Facultad de Filosofía había experiencia en trayectorias formativas. Los vinculó con Cristina Graffigna que, a su vez, lo acercó al formador sordo y al intérprete que capacitarían al grupo de futuros docentes.
"Trabajamos también con la profesora Érica Flores, que coordinó el proyecto, con la jefa de Formación Inicial, Susana Aguilar y la profesora Celeste Aguirre, también coordinadora", resaltó.
Una herramienta, puente para un proyecto
Gonzalo destacó que los primeros 30 alumnos formados tienen el desafío de, una vez recibidos y trabajando, incentivar a la formación de coros que sumen la interpretación en Lengua de Señas. "El objetivo es que puedan interpretar las canciones patrias en los actos escolares. Y si piden desde otros institutos o escuelas, junto al profesor de coros, visitarlos y presentarse. Las alumnas están felices y tras cumplir con el 80% de asistencia y un examen final, tendrán su certificación", señaló.
Manifestó que están muy contentos con la experiencia y que los futuros docentes puedan comunicarse en "otro tipo de lengua, ya que ellos manejan sus estructuras. Todos deberíamos al menos poder tener el conocimiento básico. Nuestro propósito es repetirlo el año próximo, si estuviera la posibilidad de financiamiento de INFOD o hacer un curso en paralelo. Creemos que desde el Estado se debe garantizar la inclusión y una formación gratuita para todos".
En tanto, Cinthia Bonada, coordinadora de Políticas Estudiantiles de la Escuela Normal Superior Sarmiento y profesora en Ciencias de la Educación, hizo un balance más que positivo. "Obtuvimos resultados excelentes de un trabajo interdisciplinario con el equipo de investigación, los estudiantes, el Centro de Estudiantes y las autoridades de la institución. Este proyecto de inclusión, financiado por el INFOD, fue un gran desafío para los nuevos formatos que se presentan en las aulas y las prácticas educativas tienen que responder a las demandas sociales".
Expresó que "en lo que tiene que ver con inclusión, pese a la apertura de espacios, hay cierta resistencia para sumarla a la formación continua, como espacios formales o como materias. Por eso, es necesario ir creando estos espacios alternativos para que los estudiantes puedan desarrollar estrategias más inclusivas, ampliar la mirada, cómo trabajar y abordar espacios inclusivos y poder actuar ante distintas situaciones. A nivel formal, se habla de una inclusión pero la sentimos vacía, por así decirlo, ya que se delega toda la responsabilidad en la docente DAI, si se tiene y los docentes nos quedamos por falta de herramientas".
Con ello, insistió en la formación durante el profesorado para "tener una herramienta construida y seguir construyendo con la práctica. Ampliar los espacios participativos y democráticos no tiene que ver sólo con adaptar contenidos sino generar espacios para la comunidad sordomuda que se exprese en su lengua y su mirada en el mundo. Además, hacer el uso de la palabra con un lenguaje alternativo, justo en este marco de los 40 años de democracia".
Para Bonada, formar en lengua de señas permitirá socializar las prácticas educativas que "a veces quedan sólo en la reflexión institucional. Podemos, a partir de esto, analizar qué nos falta en la práctica docente; qué podemos trabajar, qué pasa en los espacios de inclusión y cómo poder mejorarla. Con ello, elevamos el status docente a un profesional, investigador científico y generar conocimientos nuevos. La necesidad de formación se presentó hoy y la respuesta debe ser hoy".
La clave
-La idea es continuar el proyecto en el 2024 y se generen nuevos espacios de investigación "para preparar a los docentes que llegarán a escenarios educativos complejos y diversos", destacó Cinthia Bonada.
-Se tratará de ampliar cupos, tomando en cuenta la alta demanda del curso en 2023.