La llegada del coronavirus obligó a las escuelas a adaptarse a una nueva modalidad de enseñanza que en muchos casos hizo perder la parte del aprendizaje que tiene que ver con la experimentación. Uno de estos ejemplos se puede dar con la robótica, ya que si bien los alumnos aprendieron desde la teoría a programarlos, no tenían la posibilidad de ver si el código que creaban funcionaba en la vida real.
Por ello, desde el Colegio Andacollo aseguraron que no perdieron el tiempo en cuanto se pudo volver a las aulas y trabajar con los kits de robótica con los que cuenta la institución desde hace varios años. "Enseñar robótica en pandemia ha sido complicado, todo se manejó a través de plataformas online que nos dieron la posibilidad de que aprendieran a programar pero no de que viesen cómo se movía el robot. Este año se decide tomar esa práctica en el primer trimestre, por supuesto con la limitación de los grupos que implica la pandemia", señaló a Diario La Provincia SJ, la docente a cargo de Prácticas Profesionalizantes, María Eugenia Castro.
Proyecto de feria
Tras el entusiasmo de los chicos al tener la posibilidad de tomar contacto con los robots, decidieron participar en la Feria de Innovación Educativa (ex Feria de Ciencias). "Nos pusimos a pensar en varias opciones para encontrar un proyecto que nos sirviera como hilo durante todo el año. Tenemos el covid-19 que nos obliga a utilizar el barbijo, el alcohol en gel, los grupos reducidos y hasta ahí está todo super controlado, pero también tenemos que tener las aulas ventiladas, con una ventilación cruzada. ¿Cómo sabemos que el aula está bien ventilada?", manifestó la profesora sobre el origen del proyecto.
Por ello, comenzaron a pensar cómo la robótica podría ayudarlos a solucionar este problema. "Por eso pensamos en algo que a través de una luz, de una bocina o en una pantalla nos dijera si el aula estaba corriendo riesgo, necesitábamos un indicador. Así la idea empezó a tomar forma, por supuesto paso a paso. Incorporamos la placa arduino que es completamente distinto a lo que suele abarcar la robótica educativa y la vimos en el primer trimestre. Esto nos permite conectar distintos sensores, entre ellos hay uno que mide el nivel de gas CO2, de toxicidad de un ambiente", agregó Castro.
Por el momento, continúan experimentando y la idea es presentar los avances en agosto, en la siguiente etapa de la Feria. "Ahora estamos en la etapa de prueba de manera individual cada dispositivo. Después de las vacaciones creemos que ya vamos a tener el prototipo con sus pruebas para presentarlo en la próxima instancia de la Feria. Tenemos el desafío de que ellos vean que lo que estudian tiene un correlato con la realidad, que se puede aplicar de una forma tangible, que tiene una utilidad. Lo que ellos ven en una escuela técnica lo pueden realizar y son capaces de llevarlo a cabo porque tienen las bases. Estos chicos van a ser futuros técnicos en informática así que todo suma muchísimo", sentenció la profesora.
