El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, dijo este sábado que "la decisión sigue siendo que las clases y el ciclo lectivo continúen", frente a la situación del coronavirus en el país, pero advirtió que se revisa el tema "día a día", junto al comité interministerial, asesorado por los "mejores" expertos en sanitarismo del país.
"El continuar con las clases en los cuatro niveles (inicial, primario, secundario y terciario- universitario) es una decisión que se revisa todos los días, día a día, pero por ahora seguimos sosteniendo la continuidad del ciclo lectivo, con la aplicación de todos lo protocolos necesarios de prevención, además de reforzar los insumos necesarios de higiene en cada escuela o establecimiento educativo", dijo Trotta en diálogo con radio Mitre y luego subrayó: "en el momento que los expertos nos recomienden parar las clases, lo haremos inmediatamente".
En este caso, si se suspenden las clases, ¿cómo se haría frente para que los niños no pierdan contenido y escolaridad?
En un mundo movido por la tecnología, donde los virus informáticos llegan pero no así los biológicos, ya se puso el ojo en las nuevas herramientas vinculadas a internet para hacer frente a las necesidades escolares.
“Estamos trabajando con los países para asegurar la continuidad del aprendizaje para todos, especialmente de los niños y jóvenes desfavorecidos que suelen ser los más golpeados por el cierre de escuelas”, dijo la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en un comunicado emitido esta semana en el que convocó a una reunión de emergencia de ministros de Educación para el próximo 19 de marzo, que se celebrará a distancia, -dijeron a Efe fuentes del organismo- para poner en común las diferentes estrategias nacionales para mantener la enseñanza.
“La escala global y la velocidad de la actual alteración educativa no tiene paralelo y, si se prolonga, podría amenazar el derecho a la educación”, agregó la funcionaria.
La Unesco recuerda que el cierre de colegios, incluso cuando es temporal, “es problemático por numerosas razones”, ya que implica una reducción del tiempo de aprendizaje y puede tener otras repercusiones como efectos perniciosos sobre las familias y el trabajo de los padres.
La organización destaca que está apoyando la implementación de programas de educación a distancia a gran escala y de plataformas que permitan a estudiantes y profesores conectarse desde sus casas.
En consonancia con esto, en Mendoza por ejemplo, desde la Dirección General de Escuelas (DGE) advierten que no están dispuestos a perder días de clases y ya tienen estrategias preparadas para que los chicos sigan aprendiendo, aún si no van al colegio. El soporte digital se transformará en la herramienta fundamental y así se buscará el desafío de que 370.000 chicos desde nivel inicial hasta secundaria aprendan conectados desde sus casas. Clases online, materiales y evaluación en plataformas digitales son los recursos a los que se apelará.
Según publicó Los Andes, en el caso de Mendoza se ha pensado en dos opciones: por un lado, clases virtuales en las que un docente pueda conectarse online con los alumnos, lo cual podría ser a través de webinar. Por otro, la posibilidad de subir material, trabajos e incluso evaluaciones a plataformas que ya tiene activas la DGE y usan asiduamente, en especial con los alumnos de secundario.
Para los pequeños del nivel inicial se ha pensado preparar actividades que les harían llegar por WhatsApp a sus padres, aprovechando que usan mucho los celulares.
Fuente: Télam, Infobae, Los Andes