Este lunes se inicia el ciclo lectivo 2020 y muchos alumnos del último año de la secundaria ya preparan los festejos privados, que suelen ser en fincas o locales bailables. Los mismos suelen empezar el día previo a la noche, o sea el domingo, y muchas veces se extienden hasta minutos antes de entrar a clases, lo que genera problema en las instituciones educativas.
Ante este escenario, y con el antecedente que en los años anteriores se registraron problemas y desmanes en algunas escuelas, es que el Ministerio de Educación ya trabaja para que el lunes el regreso a clases de los chicos sea en orden.
Para ello hizo llegar a directivos y estos a los docentes un plan de trabajo y recomendaciones para que los alumnos se sientan contenidos y no haya tensión con la comunidad educativa.
El plan consta de recomendaciones y pautas orientadoras, que abarcan a la comunidad educativa toda y que contribuyen a resignificar el sentido de éste y otros festejos (tales como presentación de indumentaria del último año, viaje de egresados, etc.). Dicho trabajo apunta a promover "celebraciones en un marco de cuidado, sea que ocurran dentro o fuera de la escuela. Éstas constituyen un desafío en la construcción de pautas, acuerdos y legalidades que posibiliten el reconocimiento así como el respeto del otro, con otros".
Recomendaciones Generales:
Se encomienda a las instituciones educativas de todos los niveles y modalidades de ambas gestiones:
• Que los Acuerdos Escolares de Convivencia (en construcción o actualización, aprobados o en vías de aprobación), deben incorporar específicamente las acciones anticipatorias para el desarrollo de estos eventos, con impactos dentro y fuera de la escuela, contemplando la participación activa de todos los miembros de la
comunidad educativa.
• Que ante el desarrollo del UPD, se respete lo establecido en los AEC (Acuerdos Escolares de Convivencia) de cada institución según la normativa, valores y fines
educativos que forman parte del mismo.
• Que toda la responsabilidad respecto del desempeño del estudiante en la sociedad, en primera instancia y en forma categórica, corresponde a los padres, tutores y/o
responsables adultos.
• Que ante el desarrollo de situaciones de complejidad inmediatamente se aplique la Resolución N°6515-ME-2019.
Pautas Orientadoras:
Plantear sugerencias para el abordaje de las prácticas que llevan a cabo los estudiantes del último año pone en el centro de la escena dos ejes fundamentales. Por un lado, el establecimiento de acuerdos entre generaciones; y por otro, el proceso de resignificación no sólo de los sentidos que sostienen estos rituales, sino también aquellos a los que “apuesta” la escuela. En la escuela, como lugar de convivencia, la individualización debe necesariamente dar paso a la apertura al otro; donde el rol como adultos implica que la escuela aloje la palabra y la establezca como el centro de las relaciones.
En este sentido, para el abordaje de estas prácticas estudiantiles, se sugiere que desde la escuela se coordine el trabajo entre los diferentes miembros de la comunidad educativa -estudiantes, docentes, familias y comunidad- teniendo en cuenta acciones de prevención y acciones de intervención. Ello ofrece el marco necesario para plantear diversas acciones que promuevan una convivencia saludable y de índole preventiva de situaciones conflictivas, a la vez que ofrecen herramientas que orienten la intervención cuando se producen determinadas situaciones susceptibles de afectar la convivencia escolar, o bien, cuando las mismas ya se generaron. Al momento de tomar las decisiones institucionales que permitan pasar a la acción en torno al UPD, resultará crucial tener en cuenta las siguientes pautas:
Pautas Preventivas y de Intervención:
1. Reflexionar sobre los espacios de participación que tienen los distintos actores de la comunidad educativa, en especial los jóvenes, propiciando la implementación de actividades que les otorguen un lugar protagónico. Se señalan algunas cuestiones que pueden contribuir a la reflexión, entre otras:
✓ Se exploran y desarrollan los potenciales de los grupos de jóvenes.
✓ Se pone en palabras, se escucha, se dialoga, se respeta.
✓ Se realizan actividades de recreación con los jóvenes, posibilitando la autonomía en la organización y desarrollo de las mismas, con el acompañamiento de los adultos de la escuela y las familias.
✓ Se utilizan diversos dispositivos alternativos, con otros lenguajes y posibilidades, tales como movimiento, artes, juego.
2. Revalorizar y potenciar los espacios de participación democrática, existentes o a generar: Centro de estudiantes, Consejo de aula, Consejo Escolar de Convivencia y otros proyectos que contemplen la participación activa de jóvenes, familias y otros actores:
✓ Se analiza entre los diferentes actores qué espacios de participación están implementados a nivel institucional, la frecuencia, dinámica, desafíos de su funcionamiento y la modalidad de convocatoria para participar en los mismos.
✓ Se trabaja con toda la comunidad educativa el sentido de pertenencia a la escuela desde diversas estrategias como proyectos colectivos de apropiación y cuidado del establecimiento escolar y sus espacios, dispositivos de participación de jóvenes y familias, experiencias comunitarias, etc. para generar lazos de confianza, reconocimiento y aprecio a la institución.
✓ Se realizan debates y jornadas que posibiliten la expresión de distintas opiniones en cuanto a cómo vivencia cada actor institucional su participación en la escuela, y se recuperan los proyectos e ideas propuestas en estos espacios a los fines de avanzar en una genuina participación.