Proyecto

Alumnos de Angaco reciclaron, transformaron la tierra en un espacio fértil y pronto cosecharán

Pertenecen a una comunidad humilde, con mucho terreno pero salitroso. Reciclan los mismos deshechos de la escuela y sus casas.
domingo, 26 de mayo de 2019 22:43
domingo, 26 de mayo de 2019 22:43

Alumnos de la Escuela Técnica de Capacitación Laboral y Anexo Juan José Paso trabajan en un proyecto para ayudar al medio ambiente. Si bien estudian la carrera de auxiliar técnico en apicultura, decidieron expandir sus conocimientos para poder ayudar a la comunidad. 

Por un lado, observaron que la zona en la que viven tiene mucho terreno que no está cultivado porque las condiciones del suelo no lo permiten. Por otro, había mucha basura en los alrededores de la institución que se podía reutilizar.

"Nuestro departamento posee grandes extensiones de terrenos baldíos salitrosos. Para cambiar esta situación es que evocamos a nuestra propuesta de campus orgánico, para mejorar el suelo de cultivos, comenzando por una pequeña escala", aseguró Bibiana González, la maestra de enseñanza práctica en apicultura. 

El trabajo consistió en diversos pasos. "Nuestro proyecto empezó en el apiario. Comenzamos haciendo un pozo que nos permita acumular la basura orgánica para realizar el compost", compartió Jorge, uno de los alumnos, a Diario La Provincia SJ. 

Además de aumentar la actividad microbiana del suelo, para generar lombrices que a su vez provoquen un mayor impacto sobre el mejoramiento de la tierra, se propusieron reciclar la materia orgánica. "Hemos puesto un recipiente en la cocina de los chicos que siguen la carrera de Industria de la Alimentación. Allí ellos lo llenan con, por ejemplo, cáscaras de huevo o de vegetales. Todo lo recolectado va al compost", agregó Selene, otra de las estudiantes de primer año.

Además de lo recolectado en la cocina y en sus propias casas, los pequeños aprovecharon el otoño y levantaron todas las hojas de los alrededores de la escuela. "Una vez recolectada la basura la vamos mezclando, y le incorporamos agua. Con el paso de los días seguimos hechándole agua, revolviendo e incorporando basura nueva junto con tierra".

La primera fase estaba completada, pero había llegado la hora de meter manos a la tierra una vez más y utilizar lo producido para generar una nueva vida. "Usamos el compost que obtuvimos para plantar en cajones de madera acelgas, habas y cebollas. Los plantamos ahí porque es más fácil de trasladarlo", aportó Johana.

Es así que ya los primeros brotes empezaron a salir y esperan muy pronto poder cosechar los alimentos producidos en su propia huerta y tras una gran transformación del terreno. 

"Nos evocamos principalmente en el cuidado de la institución para transmitir a los alumnos de qué manera lo pueden realizar cada uno en sus hogares. Queremos lograr una extensión de los conocimientos del cuidado y reciclado de los desechos, además de generar alimentos saludables y orgánicos, sin químicos artificiales", sentenció la docente quien aseguró que presentaron el proyecto en la Municipalidad con la ilusión de que se pueda implementar a mayor escala.

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