Historias

La joya histórica rescatada y la comprometida restauración de la fábrica de aceite de la Escuela de Enología

Padres, alumnos y profesores decidieron poner en valor el edificio que ya se prepara para la extracción de aceite de oliva. La historia de su patrimonio más valorado. Cómo trabajan y qué esperan para el futuro.
domingo, 12 de mayo de 2019 14:15
domingo, 12 de mayo de 2019 14:15

Ellos son parte de la Escuela de Enología. Pasan allí muchas horas de lunes a viernes y se viene una etapa esperada: la de la extracción de aceite de oliva. Allí llegarán los 90 productores desde distintos departamentos para llevar su aceituna y buscar después su preciado producto listo para consumir. Desde 1070, la planta oleicola de la Escuela de Enología, conocida popularmente como la "fábrica de aceite", trabaja sin cesar y son los alumnos de 5º año, 3º, quienes esta semana inician la extracción del aceite. Es por ello que, junto a sus mamás y a docentes, se encargaron de iniciar las refacciones del amplio establecimiento para que se vea renovado y que se luzca la joya histórica que lograron rescatar.

Allí se ubicaba originalmente la piedra del Molino que fue puesta en valor.

"Se trata de la piedra del molino de la primera planta oleicola que se inauguró en San Juan en 1940. Estaba en otra parte del predio, olvidada y descuidada. Así que la recuperamos y la trajimos a nuestra planta con mucho orgullo de poder contar cómo se trabajó con ella hasta que se puso en funciones este establecimiento en el que estamos ahora", señaló el profesor e instructor de la plata, Adrián Castro a Diario La Provincia SJ.

Así se trabajaba en la fábrica de aceite, allá por 1940. 

"Es parte de nuestra historia y estamos orgullosos de esta pieza tan valiosa. También de nuestra planta que trabaja con un sistema bicontinuo que, aunque antiguo, permite a los alumnos ver todos los procesos de extracción: se lava la aceituna, se muele, se amasa y prensa. Este método es físico y se vale de la fuerza centrífuga. Nuestras máquinas ya tienen muchos años", explicó. Su gran meta es lograr el arribo de nueva maquinaria para que los alumnos estén mejor preparados. "Se han hecho las gestiones desde la escuela y ojalá, pronto se concrete", destacó.

En la previa de este esperado momento, los días sábados se convirtieron en un equipo de pintores que le dio una nueva cara a parte de la fábrica. "Es impresionante el compromiso de los chicos y de sus mamás, que son las grandes luchadoras que defienden la escuela y su patrimonio. Ven que sus hijos abrazan la cultura del trabajo porque acá limpian y baldean para tener todo en condiciones para trabajar, reciben a los productores y eligen las aceitunas. Se coordinan para las labores para no se atrase la jornada y se controlan entre sí y ayudan", manifestó Adrián.

Junto a otros profesores que también son egresados de la Escuela, masillaron paredes, rasparon pintura, se subieron a escaleras altas para llegar al techo y pintaron todo lo que pudieron, hasta las rejas inclusive. "Gestionaron donación de pintura y se movieron con todo para que nuestra fábrica se vea más linda. Se le notaba el paso de los años y el deterioro natural del paso del tiempo. Todos pusimos la voluntad de venir un sábado a hacer esta obra, apoyados por los directivos y la jefa sectorial Verónica Echegaray", agregó orgulloso.

Ahora, sigue el desafío de seguir refuncionalizando la planta y mostrar el valioso trabajo que se hace. "Recibimos a productores de Rivadavia, Capital, Albardón, Angaco y Ullum que nos traen desde 50 a 2500 kgs. de aceituna para extraer el aceite. Porque aunque nos conozcan como fábrica nosotros sólo extraemos el aceite de oliva. Estamos muy orgullosos de asesorar a los productores que nos preguntan cómo hacer mejor su labor y deseosos de compartir con los sanjuaninos este trabajo que realizamos con tanta vocación", sentenció Adrián.

La fábrica de aceite, renovada.

La piedra del Molino, a punto de ser trasladada a su nuevo lugar.

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