Contundente. Así fue el informe de Bomberos y de la ART que indicó que hay sectores del auditorio Juan Victoria que deben cumplir las funciones con las que fueron creados y no la de espacios para dar clases. Así lo indicó el director del auditorio, Rolando García Gómez, quien explicó que los camarines están habilitados para su uso habitual en un show pero no de forma constante.
"Esto es una situación de larga data. Desde esta gestión que llevo adelante hace tres años y medio, hemos advertido esta situación como el dictado de clases en camarines que son espacios reducidos, algunos son depósitos de instrumento con puertas corredizas. Eso no está habilitado por bomberos y menos en un subsuelo, además no tiene la ventilación adecuada", detalló García Gómez en radio Estación Claridad.
De acuerdo a lo indicado, la sala del auditorio no fue construida con las estrategias de evacuación como son construidas hoy, ya que la mitad de las evacuaciones son a los camarines que son de tipo laberintos. Además el contrato firmado entre la UNSJ y el Auditorio no concebía el dictado de clases en dichos camarines sino solo en las 18 aulas acústicas que tiene el sector sur del auditorio.
"Ése es el grave problema que tenemos sobre todo con lo niños que sería una trampa mortal en el caso de una evacuación desde un segundo subsuelo a un subsuelo. Hace años que venimos reclamando esta situación, siempre hemos tenido promesas de que ya se van a solucionar y nadie se quiere hacer responsables de la gente que está en estos lugares. Son habitaciones de 2 x 2 sin ventilación y eso termina produciendo un daño terrible, porque están diseñados como depósitos y no como aulas", agregó.
En noviembre pasado, el auditorio tuvo una visita de la ART, que suelen ser sorpresas 2 o 3 veces al año. En aquella oportunidad, inhabilitaron cuatro espacios para la permanencia de gente ahí. Uno de estos es un triangulo, donde daban clases de percusión los alumnos de la Escuela de Música, que cuenta con un inmenso tablero donde se maneja la iluminación de la sala.
"Entiendo la situación de la Escuela de Música, curiosamente dictaban clases donde había un tablero inmenso de luz con los antecedentes que tenía la universidad. La gente de percusión que estaba en el triangulo y eso era una bomba del tiempo por el tablero de iluminación. Ya los hemos reubicado a los alumnos. Además hemos construido los box para guardar los contrabajos que eran dejados antes en los pasillos y que obstruían las salidas de emergencia", informó.
Según indicó Rolando García Gómez, el auditorio cuenta con una resolución dictada en el 2007 que dice que los camarines no pueden ser ocupados para el dictado de clases. Además hay un dictamen de la ART que dice que "no puede haber gente ahí de manera constante sino solo de manera habitual en un show". Además está el "informe de bomberos que no habilitan la permanencia".
"Si deciden dar clases, que las autoridades de la universidad se hagan cargo de lo que pueda pasar", finalizó.