Este viernes comienzan las clases en la provincia y con éste una movimiento que ya es un clásico en San Juan desde hace vario tiempo en los alumnos del último año del secundario: el Último Primer Día o UPD como todos los conocen. En el 2017 este hecho generó un escándalo en una escuela capitalina con un chico que llegó con un alto grado alcohólico mientras que el año pasado, gran parte de un curso terminó detenido por una fiesta truncada en Pocito.
Ante este escenario, y considerando que este viernes alguna escena podría repetirse, desde el ministerio de Educación dispusieron estar atentos para aplicar, de ser necesario, el protocolo de acción establecido en el 2018. Se trata de un mecanismo que contiene al alumnos si llega con grado de alcohol y "no se lo corre" como podría creerse.
“Los directivos tienen que aplicar el protocolo que hemos realizado para la prevención y resolución”, comenzó explicando a Diario La Provincia SJ, el ministro de Educación, Felipe De los Ríos, quien señaló que, en una situación donde se detecte o se crea que un alumno está alcoholizado, “inmediatamente el director debe comunicar la situación al gabinete interdisciplinario que inmediatamente se presenta en el lugar, para realizar el abordaje del caso”.
Desde el Ministerio de Educación aseguraron que brindarán asistencia y contactarán a los padres de los estudiantes que ingresen a los colegios si se detecta una injesta de alcohol en su su Último Primer Día (UPD).
“Hace dos años, un chico fue alcoholizado a una escuela y se actuó de esta manera. Sus padres no estaban en casa y el gabinete abordó el tema hablando con el menor que no quería que lo lleven con los padres. Lo convencieron y terminaron trasladándolo a su casa y afrontando la situación con la familia”, señaló el responsable de la cartera educativa quien subrayó que “lo importantes es que se aborde el caso y se rescate de su problema con el alcohol”.
Luego el funcionario instó a los padres a prevenir este tipo de acciones que suceden fuera de la escuela y aseguró que desde el Ministerio no existen los mecanismos para alertar la acción del UPD antes de que se concrete, porque se da antes del inicio de las clases. En este caso, la actividad es del jueves a la noche hasta el viernes en la madrugada.
“No tenemos la tecnología para estar haciendo el seguimiento de las potenciales invitaciones a participar de lo que en un momento eran la fiestas electrónicas o de este otro tipo de propuesta. Pero yo digo que todo tiene un origen y los papás tienen que acompañar para evitar esto”, finalizó.
Por su parte, la directora de educación secundaria, María Amalia Buttazzoni, señaló que el protocolo está contemplado en los Acuerdos Escolares de Convivencia de cada Institución. "Se aborda desde la prevención; concientizando y enseñando al alumno sobre los daños y efectos del alcohol", expresó a Diario La Provincia SJ.
En caso de que llegue a las aulas un alumno ebrio, docentes y directivos tienen el deber de;
1- Contener al estudiante.
2- Informar a los Padres o responsables adultos del menor sobre la situación.
3- Separarlo del salón de clases para resguardarlo.
4-Se le acompaña desde el Equipo Técnico interdisciplinario de Educación, desde un abordaje familiar.
5- La Escuela posteriormente trata la problemática de forma individual (con el estudoante) y colectiva (con toda la comunidad educativa) a los fines de fortalecer las estrategias de prevención y concientización sobre este flagelo social.
Bajo el control de la ley
Vale destacar que si el o los alumnos, menores de edad, son advertidos por la policía ingiriendo alcohol inmediatamente pueden ser demorados en la comisaría hasta tanto se analicen las responsabilidades de los padres. En el caso de que la ingesta se de en una fiesta privada o boliche, la ley permite aplicar una multa para el propietario del local y los padres.
Por circular alcohol entre los menores, cae una importante responsabilidad en los padres que permitieron que los chicos fueran al lugar. "El artículo 31 de la Ley Seca sanciona a los padres con el pago de hasta 10 salarios mínimo, vital y móvil", también pueden ser sancionados con la realización de tareas comunitarias.
Puntualmente, la ley 7575, sancionada en el año 2004, establece en su artículo 31: "Serán sancionados con quince (15) días de trabajos comunitarios o multas de hasta diez (10) salarios mínimo vital, los padres, tutores o encargados de menores que no hayan cumplido dieciocho (18) años y que ingresen a lugares previstos sólo para mayores de dieciocho (18) años; adquieran, consuman y/o transporten de cualquier forma bebidas alcohólicas en lugares públicos, abiertos o expuestos al público y/o conduzcan cualquier tipo de vehículos automotores habiendo consumido alcohol".