El Colegio Santa Bárbara de Pocito cumple 25 años de su creación el mismo día en que se celebra la fiesta en honor a la santa Patrona, el 4 de diciembre. Se caracteriza por ser el único colegio parroquial que tiene el departamento y al que concurren 1200 alumnos.
La historia de la creación del colegio Santa Bárbara comenzó en 1993 por iniciativa de algunos papás de la comunidad que por un lado no encontraban lugar en las escuelas de la zona, especialmente para el jardín sala de 5; y por el otro, deseaban que sus hijos crecieran con una educación basada en los valores cristianos. Fue entones, que tres familias plantearon la inquietud a quien, en ese momento era el párroco del lugar, el padre Jorge Harica y le sugirieron la creación de un jardín en la parroquia para que los niños no se quedaran sin iniciar la escolarización.
A través del “boca a boca” lograron reunirse 16 familias y de allí surgieron los primeros 17 alumnos. El colegio fue fundado por el padre Jorge Harica y la docente de nivel inicial, Mariela Valdez, quien fue la primera maestra de dicha institución. Como la misma no contaba con edificio propio, los salones parroquiales, la sacristía y cualquier otro lugar dentro de la iglesia, se convirtieron en un aula. La comunidad cumplió un papel fundamental durante el primer año, ya que hicieron posible el crecimiento gracias a las donaciones.
“Todos trajimos cosas de la casa, distintos materiales como muebles, juguetes y así se creó el jardín, porque no teníamos nada”, contó Mariela a Diario la Provincia S.J.
Durante el ciclo lectivo de los dos primeros años, la institución pocitana funcionó como anexo del colegio rawsino Monseñor Juan Marcos Zapata y recién el 4 de diciembre de 1994 se aprobó, por resolución ministerial, la independencia pedagógica y pasó a ser el Colegio parroquial Santa Bárbara.
“El comienzo fue como una familia donde cumplíamos diferentes roles, por ejemplo: los que teníamos que hacer limpieza o la parte administrativa, con mucho trabajo. Y pasa el tiempo y uno puede ver todas esas cosas lindas que se han compartido”, recordó.
Al nivel inicial, le siguió el nivel primario a medida que los chicos pasaban de año y por último, el nivel secundario en el año 2006.
El Colegio Santa Bárbara pasó de una matrícula de 17 alumnos a 1200 estudiantes que concurren actualmente entre los 3 niveles.
“Los primeros niños ahora son profesionales, docentes y, a algunos, hoy me toca recibirlos como papas”, enfatizó con mucha alegría, Claudia Cornejo, directora de nivel inicial.
Con respecto a las cuestiones edilicias, de las primeras aulas en los salones parroquiales, se fueron erigiendo de forma paulatina aulas nuevas. Hoy el colegio cuenta con un total de 18 aulas que terminaron de construirse hace dos años, y aún, queda pendiente el edificio propio para nivel inicial que en 2015 se independizo del nivel primario.
Además de ser un colegio, que los propios docentes atribuyen las cualidades de fortaleza, solidaridad, compañerismo y alegría. Una de las características que los llena de orgullo, es que un establecimiento inclusivo y pionero en incorporar a niños y adolescentes con capacidades diferentes.
"Es una comunidad cristiana educativa que se caracteriza por trasmitir los valores del evangelio a través de los distintos espacios curriculares. Se caracteriza mucho por la solidaridad y el compromiso”, definió Mirta Tello, directora de Nivel Secundario, quien destacó que cada uno de los representantes que ha tenido el colegio ha trabajado mucho para que éste crezca y progrese.
"Es un aporte muy importante para la comunidad de Pocito porque es el único colegio confesional. Y la misión que tiene es la de evangelizar, llevar la palabra de Dios para la comunidad; y el colegio es fundamental porque a través de los niños podemos llegar a muchos lugares”, finalizaron los directivos.
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