Este viernes alumnos, docentes y directivos de la escuela de música se convocaron en las puertas de la Facultad de Filosofía Humanidades y Artes (FFHA) para reclamar por la reanudación de la obras del edificio de música. Actualmente la sede Félix Aguilar esta sin actividades por la construcción de cuatro aulas nuevas para descomprimir la situación. En el transcurso de la tarde alumnos, músicos y coros se manifestaron pacíficamente con un concierto público. Compartimos algunas de las voces del encuentro.
El director del coro pre universitario, José Domingo Petrachini, dijo que desde hace 53 están dictando clases en el edificio Félix Aguilar de forma transitoria. Expresó que “después de tanto tiempo el departamento de música con 150 persona podía funcionar, ahora con mas de 1200 esta colapsado. Necesitamos un edificio con condiciones dignas. Convencido aseguró que “estamos mostrando un excelente trabajo, por eso necesitamos nuestro edificio, porque planeamos seguir creciendo”.
Carlos Reinoso, es estudiante de la cátedra de trombón la Escuela de Música, dijo que “el problema principal de la escuela es que estamos fuera de las condiciones vitales para tener clases. El techo tiene químicos como el asbesto que es cancerígeno”. También aprovechó para comunicar un reclamo puntual de los estudiantes, “peleamos por la reforma educativa de la escuela de música que tiene programas del año 70”.
La docente y directiva, Estela Mas, manifestó que “actualmente estamos distribuidos con todas las actividades artísticas académicas de investigación y creación en diez espacios diferentes. Eso dificulta el traslado de los alumnos de una catedra a otra”. Ve con buenos ojos la iniciativa de construir cuatro nuevas aulas en la sede Félix Aguilar. Pero espera “que se reactive la construcción de el edificio grande por eso estamos acompañando a los alumnos y a las autoridades”.
Por último, Leandro Gómez y Rubén Honorato, dos jóvenes folcloristas se sumaron para apoyar la lucha por el edificio de música. Leandro esta terminando el secundario y Rubén estudia en la Facultad de Ingeniería. “Venimos a apoyar la lucha para que se termine de construir el nuevo edificio, los chicos merecen un lugar de estudio donde se sientan cómodos”.
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