"Todo sea por los hijos, para que tengan un lugar en la escuela y sigan estudiando". Con esas palabras, Cristian Audala expresó un estado que por estas horas se repite en decenas de padres. Es que el hombre se turna con su esposa para cuidar el lugar en la fila con miras a conseguir un cupo para que su nena de 6 años pueda ingresar a la primaria de la escuela Antonino Aberastain. Pese a pasar toda la noche durmiendo en una reposera, al otro día debe ir a trabajar. Sin embargo no lo duda y lo hace con el fin de que su hija pueda estudiar.
"Vengo a inscribir a mi hija en primer grado. Mi mujer comenzó hacer fila desde el lunes a primera hora en la mañana y hasta el viernes los días son muy largos", expresó el Cristian a Diario La Provincia. Su niña tiene seis años de edad y ha ido a jardín en ese edificio escolar. Sin embargo su posibilidad de ingresar está echada a la suerte como la de decenas de chicos cuyos padres aguardan en la vereda con la escasa comodidad de una reposera. "Muchos llegaron el domingo porque escucharon que desde el sábado había gente esperando", agregó.
La escena que se refleja en el lugar muestra a los padres sentados en las reposeras, con conservadoras de hielo cargadas de bebidas para pasar el intenso calor, y algunos almohadones para ir acomodando el cuerpo a medida que se pone más difícil la estadía. El día más duro de todos fue el lunes cuando la temperatura superó los 40 grados y el sol azotó con fuerza a todos.
"Traemos comida, bebidas, nos cuidamos entre todos. Tratamos de aguantar el calor con mucho hielo", dijo por su parte Jorge Lucero, papá de una nena que también quiere ingresar a la primaria. "Estoy desde el domingo en la noche para anotar a mi hija y nos reciben recién el viernes. La espera se hace eterna porque no tenemos baño, es muy larga la noche", agregó el papá quien todas las noches ocupa su primer lugar en la fila mientras su esposa y madre lo reemplaza durante la mañana y la tarde.
A pocos metros de él se encuentra Romina Sosa, una joven mamá que se ofreció a cuidar el lugar toda la noche con sus hijas pequeñas. El cupo es para su sobrinita y si bien es "dura la espera", ella confía que tendrá suerte. "Yo vine hoy a reemplazar a mi cuñada porque están desde el lunes. Se eligió esta escuela para mi sobrina porque le queda más cerca. Ella ha ido al ENI de acá", destacó lamentando que las autoridades del edificio no dejen entrar a quienes hacen fila para ir al baño. "Es inhumano, acá hay niños esperando también", agregó.
Esta postal se da por estas horas en Pocito pero se repite en varias escuelas de la provincia. Adquirir un cupo en la escuela primaria es muy difícil pero no imposible y desde el Ministerio de Educación recomendaron abrir las alternativas y no quedarse con una sola opción como el establecimiento ideal.