La E.P.E.T. Nº 4 es una institución que en los últimos años ha estado en boca de todos por su innovación en la enseñanza a través de su taller de robótica. Pero además, los estudiantes están aprendiendo, en forma voluntaria a diseñar e imprimir en 3D. Fue así como crearon prótesis de manos para una pequeña que había nacido sin ellas.
Este año se propusieron lograr un objeto inclusivo que pueda ayudar a muchas personas no videntes. "Nos pusimos a pensar en qué podíamos hacer para poder incluir a más gente con el mundo 3D, y ya en el taller se está trabajando en un bastón para ciegos, por lo que decidimos seguir con este camino y apostar por un ajedrez. A las piezas las diseñé completamente yo, lo que es un orgullo haber podido lograrlo", contó a Diario La Provincia, Paula Guevara, la mayor impulsora del proyecto.
Cada una de las piezas está repleta de detalles pensados para facilitar el juego. "La base la realizamos con un recorte de madera que quedó tras la construcción de nuestro taller con la ayuda de nuestros compañeros de carpintería. Las piezas negras se diferencian de las blancas porque tienen puntitos en relieve alrededor de donde se agarran. En cuanto a cada casilla del tablero, las negras están en un pequeño relieve, y todas tienen un huequito en el que las piezas se encastran. En el borde del tablero, como es usual, hay letras y números, en braile", aportó Fátima Chirino, otra de las adolescentes impulsoras.
Como en cualquier primer modelo, encontraron algunos detalles para perfeccionar. "No nos dimos cuenta de que a las letras las escribimos en minúscula, nos faltó agregar un símbolo para que fueran mayúsculas como se presentan en el juego original. A los números también los volvimos a imprimir, es más que nada por una cuestión estética". La idea es que el proyecto continúe. "Queremos llevarlo a la Escuela Braile para que lo prueben y nos ayuden a mejorarlo para conseguir una mejor versión", aseguró.
Antecedente tecnosolidario
A fines de septiembre del 2016, la EPET 4 y en especial sus docentes, fueron galardonados con el premio "Maestros argentinos", que otorgó el Ministerio de Educación de la Nación. Fue gracias al proyecto de "Robótica en clases", que los profesores consiguieron un premio de 1 millón de pesos y con ello lograron equipar la escuela en materia de robótica.
Entre todas las inversiones, una de ellas fue la impresora 3D, que se transformó en el foco de un innovador proyecto con un destino social: "La escuela te da una mano". El título es literal, ya que los pequeños, en este caso de tercer año, trabajaron para crear prótesis de manos para una niña que nació sin ellas, Milagros Maza.
Con respecto al proceso de fabricación, se basaron en un modelo que ya se está utilizando en Buenos Aires. "El modelo lo sacamos de una página llamada "Thingiverse". A partir de ahí hemos ido haciendo modificaciones para que se adapte al tamaño de la nena y tenga una mejor movilidad", completó Paula.
Una prótesis similar, tiene un valor de mercado superior a los $10 mil, sin embargo los estudiantes calcularon un costo de $500 en material. "Esperamos que en un futuro la tecnología crezca más y podamos nosotros mismos ayudar a las personas. No solo a ella, que nos ha conmovido su caso ya que vive sola con su mamá porque el papá las abandonó, sino a todo el que lo necesite", sentenció Fátima.
Un futuro prometedor, para dos alumnas que comprendieron que el valor transformador de la tecnología está en sus manos.
