Ensayar, probar y gustar. Esos pasos que parecen simples son todo un desafío para los alumnos de Séptimo año de la Escuela de Fruticultura y Enología que quisieron hacer un producto diferente y que atendiera a las necesidades de un público cada vez más amplio y demandante.
Matías Martin y Carla Montenegro quisieron presentar como producto para rendir su materia "Proyecto final" un dulce de batata reducido en calorías con el agregado de semillas de Chía. Hicieron varias pruebas, entre ellas la que evidenciara la estabilidad del dulce, hicieron degustaciones y fue todo un éxito. Incluso cuando un profesor compartió fotos en las redes sociales, se multiplicaron los comentarios preguntando si ya estaba disponible para la venta.
Carlos Martín, profesor del establecimiento y quien los asistió en la etapa de fabricación, contó a Diario La Provincia que "la elaboración consistió en procesar o mixear la batata para luego, incorporarle el gelificante que hace que tome consistencia. El valor agregado de la Chía fue una novedad. Es un dulce muy consumido y querían llegar a quienes cada vez más eligen comer más sano. Hicieron lingotes, los pusieron a degustación y les fue muy bien".
Los chicos "estudiaron cada detalle, hicieron muchas pruebas y para fin de año, cuando rinden la materia, presentan el resultado de su trabajo. En la evaluación sensorial que hicieron con los profesores, tuvieron la mejor devolución. El sabor, muy logrado, lo consiguieron con un aporte justo de esencia de vainilla".
Martín destacó el espirítu de innovación de los chicos que "fueron muy concientes del proceso, trabajadores y responsables. Gracias a esta experiencia, ellos saben que pueden darle a San Juan productos genuinos y de calidad. Que su paso por el colegio les deja una inquietud emprendedora que les puede ayudar en su vida".
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