Los ojos les brillan, la sonrisa se les dibuja en el rostro y el entusiasmo por seguir creciendo lo dejan traslucir en sus palabras. Tienen entre 12 y 15 años de edad y conjugan los conocimientos con la práctica, pero sobre todo "alimentan" día a día el sentido de pertenencia con el establecimiento educativo. Los chicos de la escuela Pellegrini cumplieron en este 2017, su segundo año dando vida a una huerta escolar.
Ésta nació como un proyecto transversal a todos los años, materias y modalidades y logró establecerse como una forma de aprender a valorar lo que la naturaleza le regala al hombre: la tierra, su riqueza y el agua. El primer proyecto que vio la luz fue el de la Huerta. Éste surgió a partir de un curso que hicieron un par de docentes con la directora en el INTA y cuyos conocimientos luego volcaron en las aulas.
"Los chicos se pusieron a trabajar con nosotras muy entusiasmados. Todo empezó con 4 o 5 bordes que hicieron los alumnos y luego este año se amplió. Realmente es una producción sorprendente", contó la directora Marcela Mendoza a Diario La Provincia quien recordó que esta escuela no es agrotécnica sino que tiene dos orientaciones: Sociales y Artes.
En el 2016, la pequeña huerta medía 4 metros por 4 metros y allí se pudo producir acelga y tomate. A fines de este 2017, ya se extendió y mide 6 metros por 6 metros con proyección a agrandarse en el 2018. En estas tierras se produjo zapallito, rabanito, acelga y tomate de los dos tipos. En este camino, INTA los asesoró en la orientación para hacer la siembra y la cosecha.
"Lo bueno de esto es que no es obligatorio, ellos mismos se ofrecen para ayudar. A veces uno pasa y ve algunos jóvenes regando. Eso se valora porque nadie los mandó", explicó Marcela Leiva profesora de ingles quien aborda desde los conocimientos de la huerta desde su materia.
En el corriente año se incorporó un nuevo proyecto: El Agua. Éste vino a complementar el de la huerta y los chicos tuvieron una respuesta "sorprendente" por "cómo trabajaron, cómo se brindaron en horas de clases y horas libres".
"Comenzó de una manera modesta en la forma de abordar los contenidos. Si bien no es la modalidad, en las diferentes materias o espacios curriculares están los temas del agua y la huerta. Al principio fueron pocas las materias. Ahora son muchos los espacios curriculares que están aportando", agregó la profesora quien recordó que en noviembre pasado, los niños salieron a hablar con los vecinos para concientizar sobre el cuidado del agua y fueron muy bien recibidos por estos.
Tanto los directivos como los docentes no piensan terminar este proyecto este año porque los "sorprendió cómo trabajaron" los chicos pero sobre todo "sentido de pertenencia con la escuela". "Lo bueno es que ellos aprenden a querer el lugar que permanecen tanto tiempo", destacaron.
Para el 2018 el objetivo está puesto en poner riego por goteo hecho por ellos. "El año pasado comenzamos con el riego por goteo para los cactus. Ahora queremos hacer un poco de parquización y continuar con la huerta. En cuanto el agua, siempre es bueno ver el uso adecuado y por eso queremos hacer el riego por goteo", finalizó la directora.
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