Muchos estudian pensando en conseguir el mejor trabajo, una vez que se reciban. Pero ellos tuvieron muy buenos trabajos sin tener los estudios primarios o secundarios terminados y decidieron estudiar por satisfacción propia. José, Rosa, Nélida y Alfredo son ejemplo de perseverancia y ganas de superarse. Los cuatro recibieron este miércoles su título y en sus rostros no solo dejaban reflejar la alegría sino también la emoción por cumplir una etapa.
Alfredo Basualdo tiene 61 años de edad, de los cuales 30 se los dedicó al trabajo en la Dirección Provincial del Lote Hogar. Casado y con dos hijas profesionales, el hombre decidió volver a los libros, al cuaderno y la cartuchera por "decisión personal". "Faltaba algo en la vida que era terminar la secundaria. Hubo materias que costó pero el apoyo de los profesores que tuvieron la paciencia para poder enseñarnos permitió que llegaramos al final. No somos niños y nos cuesta mucho más que a esa edad pero ahora estamos contentos y orgullosos de poder terminar la secundaria", contó Alfredo.
Por su parte, Nélida Martinez lleva más de tres décadas trabajando en Desarrollo Humano y las vueltas de la vida hicieron que dejara la escuela primaria en plena adolescencia. Las no ganas de estudiar de aquella época se constrataban con la alegría por superarse que tuvo ahora. Tenía 12 años cuando dejó el sistema educativo y luego no pensó en retomarlos porque su prioridad fue criar a sus hijos. "Ahora costó bastante pero todos en la casa me apoyaron desde mi esposo hasta mis hijos. Todos me decían que parecía increíble que haya estudiado. 'Si hubiera sabido que te gustaba estudiar, te hubiera insistido antes', me decía mi espos. Pero bueno, hubiera sido más dificil porque tenía que criar a los niños", destacó.
Nélida Barroso lleva 44 años trabajando en el Ministerio de Desarrollo Humano. Como varios de sus compañeros decidieron terminar los estudios básicos, ella quiso intentarlo. En cuanto se presentó la posibilidad de hacerlo, se inscribió y luego tomó las riendas del desafío. "Todos me apoyaron en la casa. Lo único que me costó fue matemática, me dejó en stand by en aquella oportunidad y ahora e hice frente. El cursado me encantó. Cada martes y jueves esperaba para ir a clases", relató la mujer quien subrayó que "mucha gente se alegró y va a empezar a estudiar" a partir del ejemplo que ella da. "Nunca es tarde y la posibilidad es para todos", agregó.
Finalmente, José Ávila lleva 35 años trabajando en la Administración Pública, también depende del Ministerio de Desarrollo Humano y también le hizo frente al desafío que planteaba cada día el conocimiento pero sobre todo la memoria para el estudio. "Cuesta porque soy una persona grande. Pero el entusiasmo por terminar algo que empecé, pudo más. Mis hijos y nietos me apoyaron, eso es muy importante en la familia, es el apoyo de ellos el que cuenta. A los hijos los vi casados y me dieron una mano para seguir adelante", finalizó.
Los estudios los hicieron a trav`s del plan FINES y duró tres años. El cursado fue a través de UPCN y este martes recibieron su título 66 trabajadores afiliados a este gremio.
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